1. Víctor, el futuro médico - 7° parte


    Fecha: 17/01/2018, Categorías: Anal Gays Sexo Duro Autor: saskatchewan, Fuente: xHamster

    ... notara claramente el contorno de mi pija. No dejaba de relamerse son el espectáculo que le había estado ofreciendo.Ya totalmente vestido me deshice en disculpas para con Marta. Ella a su vez me retrucaba diciendo que era ella quien se debía disculpar y que nos daría una explicación del porque se encontraba allí. Cuando Susana salió de su habitación, Marta nos pidió que nos sentáramos en el mismo sofá que nos había descubierto desnudos. Ella tomo asiento en una de las poltronas y nos dijo casi llorando:- “Estoy acá porque me he quedado sin trabajo. En cuanto llegue a lo de Doña Amelia, la señora a quien le hago la limpieza los lunes, miércoles y viernes, me informó que no me necesitaba más. Que como la fábrica donde trabajaba el marido acababa de cerrar sus puertas, con el consecuente despido del personal, se veían obligados a restringirse en ciertos gastos. Me pago lo que me debía y me dijo que por ahora no fuera más, que si me necesitaba me volvería a llamar. Y aquí estoy.”- “Marta te pido mil disculpas en nombre de los dos.”, le dije y continúe.- “Sé que te hemos faltado el respeto a vos y a tu hogar. Me voy, creo que es lo correcto.”, y dirigiéndome a Susana que estaba terriblemente muda.- “Te llamo por teléfono mañana a la tarde, sabes que te quiero.”Marta me impidió mi llegada a la puerta cancel y nos dice:- “Ustedes se quieren, de hecho se estaban brindando amor y placer mutuamente cuando llegué. Soy yo la que les debe pedir disculpas por interrumpirlos. Eduardo te ...
    ... pido que no te vayas, quédate el tiempo que quieras con Susana. Yo me iré a cambiar de ropa, y ustedes vayan a la habitación a terminar lo que habían empezado.”Intercambiamos miradas con Susana y fuimos a su habitación. Fue difícil volver a recrear el clima. Dentro de la habitación a lo único que atinamos fue a sentarnos en el borde de la cama en silencio durante varios minutos. Después de un rato me senté con mi espalda contra la pared y mis piernas atravesado la cama de Susana. Ella recostó su cabeza sobre mis piernas y se estiro sobre la cama. Nos tomamos de nuestras manos derechas y con mi izquierda le acariciaba el largo cabello negro. En determinado momento ella giró su cuerpo de forma de tal que nos podíamos ver a los ojos. Como si algo mágico nos conectará los dos al mismo tiempo nos abrazamos y nos dimos un beso en el que nuestros labios y nuestras lenguas no se separaron por más de cinco minutos. Volvimos a calentarnos como antes pero tácitamente habíamos decidido no coger ese día, pero si entendíamos que debíamos finalizar lo que nos interrumpieron. La recuesto sobre la cama, le levanto la falda del vestido que tenía puesto, le bajo la bombacha hasta quitársela y le empiezo a chupar la concha con desesperación. Ella se apura a acomodar el toallón por debajo de su pelvis para evitar ensuciar el acolchado. Le besé, le mordisqueé y le chupé, los labios externos e internos de su concha, me apoderé de su clítoris y logré sacarle dos impresionantes orgasmos que me inundaron ...
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