1. Mi esposa y su jefe en nuestra casa


    Fecha: 21/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Mi dulce Anita estaba de pie y recostada ligeramente contra el sillón doble en medio del salón comedor. El jefe de su estudio, arrodillado, tenía hundida la cabeza bajo la corta falda del vestido de Ana; mientras sus manos recorrían de arriba a abajo las piernas de mi esposa y terminaban de bajar esa diminuta tanga de seda negra…Mientras yo preparaba las bebidas en la cocina, el jefe de mi esposa había iniciado una larga y dolorosa noche para mi.Ahora podía ver su cabeza bajo la falda de Ana; seguramente su lengua se había enredado dentro de los delicados labios vaginales de mi esposa.Permanecí en silencio observando como ese tipo seguía con su cabeza escondida bajo esa breve falda; comiéndose el suave clítoris de Anita.Mientras tanto, yo pensaba en el hecho que nos había llevado a semejante situación esa noche: ese desagradable hombre había tenido a mi esposa como su secretaria durante bastante tiempo en el estudio de abogados y ahora se había producido una vacante para ocupar un puesto más importante. Se lo había ofrecido a Anita, a cambio de una noche de sexo con ella, donde valdría todo… incluso el muy hijo de puta había exigido que yo estuviera presente para ver cómo él se cogía a mi esposa…De repente el jefe se detuvo y se puso de pie, levantando la breve falda de mi esposa hasta la cintura. Pude ver su magnífico y firme trasero, con su estrecha entrada anal brillando a la luz; ya que ese tipo la había lubricado con su saliva…El hombre se bajó los pantalones, sacando ...
    ... una verga erecta y bastante grande. Me la mostró sonriendo y yo cerré los ojos para no ver…Luego se ubicó detrás de mi esposa y flexionó un poco las piernas; mientras tomaba con una mano su dura verga y con la otra abría las nalgas de mi delicada Ana.Su verga se deslizó dentro de mi esposa con demasiada facilidad…Ninguno de los dos dijo nada. Ana continuaba con los ojos cerrados sin omitir ningún sonido; solo su boca abierta mostrando una respiración algo agitada. Su jefe suspiraba y gemía, demostrando lo bien que se sentía tener esa verga hundida en la cálida concha de mi esposa…Me di cuenta que ahora tenia que esperar a que esa pesadilla terminara; por lo tanto, decidí subir a nuestra habitación. Al hacerlo, pude ver que Ana abría sus ojos furtivamente y me pedía perdón por lo que estaba haciendo. Me pareció ver que su bello rostro mostraba algo de incomodidad por tener a ese hombre cogiéndola por detrás; pero ella tampoco podía ocultar el placer que sentía al tener esa gruesa verga entrando y saliendo de su cuerpo…Me senté en nuestra cama, mientras los minutos parecían no terminar de pasar… Escuchar cuando ese tipo aullaba de placer era un tormento para mis oídos y pasaba por mi mente la imagen inicial de mi delicada esposa siendo penetrada por él.Luego de la quinta derramada, junté coraje para regresar a la sala.Anita estaba de rodillas sobre el sofá principal, con su torso apoyado en el respaldo. Yacía ahora completamente desnuda; los jirones de su vestido negro tirados ...
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