1. La cabaña: encuentro de dos amantes


    Fecha: 21/01/2018, Categorías: Hetero Fantasías Eróticas Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... tu piel se eriza con mis caricias. Continúo descendiendo por tu cuerpo en busca de mi siguiente presa y ante mis ojos se presentan tus preciosas tetas que suben y bajan con tu respiración invitándome a saborearlas. Sin un dudarlo un momento me lanzo a por ellas con la boca abierta. Las lamo, las chupo y sorbo tus pezones con avidez. Mis manos liberan tus muñecas para atrapar tus pechos y llevarlos más fácilmente hasta mi boca alternando entre uno y otro mis caricias. Pellizco tus pezones suavemente y se endurecen al máximo al tacto de mi lengua. Tus riquísimas tetas se ven todavía más espléndidas cuando finalmente mi boca las abandona dejándolas húmedas y brillantes como resultado de la saliva que ahora las cubre. Desciendo por tu abdomen siguiendo mi ruta de besos llegando a tu ombligo que tiembla cuando mis labios dejan escapar un ligero soplo de aire sobre él mientras mis manos siguen jugando en tus pechos y mis pulgares acarician tus pezones. Continúa mi descenso por tu vientre y justo antes de llegar a tu pubis desnudo me detengo para besar las pequeñas cicatrices que en tu piel no son otra cosa que hermosas medallas ganadas en batalla. Finalmente llego a mi objetivo y tras besar tu lampiño pubis me separo por un momento para bajar mis manos hasta tus muslos, abrirlos y dejar ante mis ojos el espectáculo de tu sexo que se ofrece delicioso. Me inclino hacia delante y comienzo a besar la cara interna de tus muslos subiendo hasta tu ingle deteniéndome para besar la ...
    ... pequeña rosa que tienes tatuada. El aroma que percibo es delicioso, pero no procede de la flor tatuada en tu piel, sino de la mucho más hermosa flor de tu sexo cuyos pétalos invitan a ser saboreados. Enseguida comienzo a besar tu coñito suavemente, recorriendo tu rajita y pronto mi lengua comienza deslizarse por tus labios vaginales a la vez que tu cuerpo se tensa con las primeras caricias. Mis dedos acompañan las caricias de mi lengua y recorro tu sexo con el pulgar derecho que, con una mínima presión, consigue vencer la resistencia de tus labios que pronto lo rodean invitándolo al interior de tu caliente chochito. Estás mojada, muy mojada, mi pulgar se desliza con facilidad infinita en tu interior haciendo que escapen suspiros de tu boca. Mi lengua no puede resistir más y pronto presiono con la punta sobre los labios de tu sexo que se abren para darme acceso al manantial de tu cuerpo. Recorro tu coño con mi lengua recogiendo cada gota del dulce néctar que destilas. Lamo y chupo tu sexo con desesperación mientras ayudándome con los dedos arrastro el flujo del interior hasta mi boca en un intento por apagar mi sed. Mi mano izquierda se posa sobre tu pubis y con mis dedos pulgar e índice separo los labios de tu sexo que ahora se encuentra totalmente abierto y expuesto para mi deleite. Tu clítoris excitado invita a ser lamido y chupado como si se tratase del caramelo más dulce que uno pueda imaginar y pronto me lanzo a por él. Lo lamo detenidamente y lo chupo intentando inútilmente ...
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