1. Jenny


    Fecha: 22/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ella fue mi adorada compañera y esposa por casi 16 anos. Estos relatos son verídicos de nuestra vida junta. El erotismo de nuestros momentos de amor y sexo que aun no puedo olvidar. Tan vivos en mi memoria y seguro que en los de ella también. Si ella leyera estos relatos sabría sin duda alguna que los escribí yo. Nuestra separación fue un error de ambos. Así le dijo ella a mutuos amigos hace un par de años atrás. Ella esta casada nuevamente y no sé si es verdaderamente feliz o no. Lo cierto es que me llama de vez en cuando para saber cómo estoy y quisiera gritarle que me siento incompleto y totalmente insatisfecho con las mujeres que le han seguido en mi vida. Han pasado ya 6 años de nuestra separación y les relato esto como si fuera hoy o ayer, porque así de vivos están en mi mente. Jenni es un nombre ficticio y no tiene absolutamente nada que ver con su nombre propio. Lo escogí porque suena a ella. Disfruten del relato como yo disfruto recordarlo todo. Jayso Yo trabajo cerca de mi casa y tan sólo me tardo unos minutos llegar en auto. Una de las razones por la cual prefiero ir a mi casa a la hora del almuerzo. La otra razón es mi esposa Jenni. Ella trabaja mayormente en la casa haciendo trabajos secretariales independientes. Fueron muchas las veces que a esta hora se encontraba desocupada y prefería no tener nada pendiente a la hora que yo llegaba. Es una mujer que se siente muy caliente a eso del mediodía y en las tardes. Este día cuando llegué, me recibió con un jugoso ...
    ... beso y se estrujó contra mí cuando le devolví el beso. Suavemente le mordí sus ricos labios y le mamé la lengua. Un gemido se le escapó de su boca y con la respiración un poco agitada me dice: "Ay papito, estoy tan caliente y cuando me besas así con ese gusto me hierves la sangre." Yo la apreté contra mí mientras le acariciaba la espalda y sus carnosas nalgas a través de la camisa mía que tenía puesta. Muchas veces la encontraba en la casa con una de mis camisas que le sirven muy holgadas y le cubren hasta la rodilla pero sin nada de ropa debajo. Le subí la camisa un poco y acaricié sus nalgas, se sentían frescas y suaves. Al sentirlas así desnudas mi bicho comenzó a despertar. Le di la vuelta y la recosté de espaldas a mí con sus nalgas apoyadas en mi erección. Le gustaba que hiciera esto. Así recostaba su cabeza para atrás en mis hombros para que yo le besara el cuello, le acariciara sus tetas y jugara con sus grandes pezones, los cuales se endurecían con mi toque. Gemía y me decía lo mucho que me quería y restregaba sus nalgas contra mi bicho. Bajó su mano para acariciarme y hacer crecer más mi erección que ya era completa. "¡Papi... se te pone tan rico! Pero sé que no tienes mucho tiempo a esta hora y debes comer algo"me dice separándose un poco. Se dio la vuelta y se dirigió a la cocina mientras yo observaba su sensual movimiento de nalgas que ella muy bien sabía me dejaban hipnotizado. La seguí con mi erección claramente marcada en mis pantalones. " Te tengo preparado pan ...
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