1. Colegialas en celo


    Fecha: 23/01/2018, Categorías: Lesbianas Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    Realmente empecé sexto año con todas las ganas. Quería reencontrarme con mis amigos, con los profes que me caían bien, volver a tener los nervios previos a los exámenes y traer buenas calificaciones a casa para que mis papis estén orgullosos de su hija. El primer día de clases me senté sola como acostumbraba para que nadie me moleste. Pero el próximo, una coloradita de nombre Ana, quien junto a tres varones se integraron a nosotros me invitó a sentarme con ella. Era re copada, simpática, alegre y tan aplicada como yo. Pero creo que al cuarto día de clases los profes la ficharon por charlatana. No se callaba nunca. Cada vez que había un silencio entre explicaciones, gráficos o dictados, ella hacía algún chiste, un sonidito con la boca o tarareaba alguna canción. La cosa es que la misteriosa de Ana comenzó a comprar mi atención contándome cositas íntimas de sus amoríos. Admiraba la forma que tenía de contarlo con su voz que acariciaba mi intriga. ¡no sabés lo bien que la pasé cuando mi vecinito me comió la chuchi en su casa; me invitó a ver una peli, y no sé cómo pasó… apenas me levanté a buscar un jugo me volteó en el sillón, me re manoseó y me bajó la bombacha por debajo de la mini; el divino me lamió el culo también de paso!, me relató durante la hora de química. Otra vez me reveló que le hizo sexo oral a su primo en navidad, que una vez le mostró las lolas a un pibe de octavo y que le hizo una paja en el laboratorio, que en el club se metió en la ducha cuando su novio se ...
    ... bañaba con su amigo y que los hizo acabar frotando sus gomas contra sus penes bien parados, y que otra vuelta hizo el amor con otro novio en la cama de sus padres, y que la encontró su hermana mayor. No me parecía raro que haya tenido 9 novios con 18 años porque es preciosa. Es de tez blanca con ojos celestes y no debe pesar más de 50 kilos. Es peticita pero dueña de unas tetas que dan ganas de morderlas. Sus relatos sexuales con el correr del tiempo eran más zarpados cada vez y, había logrado excitarme muchas veces. En el cole la vi a upa de algunos chicos, frotar su cola contra sus bultos y decirles cosas al oído. No me jodía que quisiera seducir a todos, solo que algo me inquietaba. En junio la acompañé al baño para preparar unos machetes para una prueba de historia. Nadie había estudiado porque la vieja nos rezongaba por cualquier estupidez y nos fastidiaba. Me sorprendí pero no encontré manera de resistirme. Me manoteó de la corbata y me llevó junto a la pared. Me dijo: ¡qué preciosa colita tenés Debí, dejame tocarla! Me dio un beso en la boca que electrizó mi pensamiento, paseó su lengua por mis labios y mi mentón, me desabrochó la campera, me subió la remera y me besó las tetas encima del corpiño. Me la aparté confundida y mojada. Ya había notado sus intenciones. Siempre que fumábamos a escondidas en el baño me pellizcaba la cola, me tiraba el pelo en el salón, buscaba darme un pico cuando me saludaba y, especialmente su voz era como de caramelo si se dirigía a mí. Mi ...
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