1. La despedida final de las calles oscuras


    Fecha: 24/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    La despedida final en las calles oscurasOtra vez Víctor de viaje fuera de la ciudad y mi nivel de stress muy alto, con bastante trabajo en la oficina y sin poder descargar mis ansias sexuales.Estaba realmente caliente y casi desesperada ese viernes por la noche. Ya no me alcanzaba con solamente masturbarme con mis juguetes, necesitaba una buena verga en mi cuerpo. Nada mejor entonces, que buscar otra vez un poco de acción en algún lugar oscuro y solitario.Decidí que sería por última vez, ya que hasta el momento había tenido la suerte de ser bien cogida pero sin tener que terminar en un hospital. Era algo bastante peligroso y ya no quería tentar más al destino…Volví a elegir otra vez la misma zona de la tercera vez que había sido abusada; con la esperanza de encontrar nuevamente a esos dos pibes y a sus amigos, para que me cogieran todos mis orificios y me dejaran satisfecha.Llevaba una pollera corta que me llegaba un poco más arriba de la mitad de mis muslos, una tanga de color rojo, bastante diminuta. Una musculosa negra ajustada y sandalias de tacón alto… Me veía muy, muy puta…Cerca de la medianoche me encontraba caminando por esas calles oscuras, pero por un buen rato no encontré ni siquiera un auto a lo lejos.Finalmente detrás de mí, apareció una camioneta oscura, a una marcha bastante lenta. No pude ver al conductor cuando pasó al costado mío porque los vidrios eran polarizados. La camioneta siguió su marcha y se detuvo en la esquina, apagando sus luces. Tuve la ...
    ... sensación de que, si continuaba caminando, algo pasaría.Sentí un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo, al pasar frente a la camioneta estacionada y oír que se abría la puerta corrediza lateral. Continué caminando sin voltear la mirada y de repente sentí que una mano me tapaba la boca y un fornido brazo me tomaba por detrás, arrastrándome hacia atrás…Me debatí tratando de liberar mi boca para poder gritar, pero todo fue inútil.Me tiraron con mucha violencia en la parte de atrás de la camioneta y comencé a gritar, pero enseguida mi atacante subió también, cerrando la puerta y abalanzándose sobre mí.Con una mano me apretó el cuello al punto de cortar mi respiración. Acercó su cara contra mi oído y me susurró suavemente:“Estabas llamando a alguien para que te cogiera duro?... ya lo encontraste”Después de decirme eso, sacó su mano de mi cuello y lamió mi cara, cada centímetro. Se puso de pie y se desabrochó el pantalón. Luego me levantó por mis brazos y me hizo poner de rodillas frente a él.Me ordenó que tocara su verga y la sacara del bóxer que usaba. Me suplicó, más que ordenarme, que le chupara esa pija todavía un poco flácida. Me apoyó un cuchillo en la garganta para convencerme de hacerlo.Comencé a lamer su verga y a notar que se ponía rígida casi enseguida. El largo no era demasiado, pero su cabeza era realmente bastante gruesa.Me dijo que así no se chupaba una pija; entonces me tomó los cabellos con una mano y me obligó a abrir la boca, enterrándome su cosa hasta el fondo de mi ...
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