1. Recuerdo Olvidado


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Fetichismo Humor sexual Tabú Autor: Teseo68, Fuente: xHamster

    ... musculo de su cuerpo. Encendí otro cigarro, para seguir disfrutando el espectáculo; recorrí toda su anatomía con la mirada grabando en mi memoria cada parte de su piel. Los estiramientos se repitieron y yo seguí contemplando embellecido; era un movimiento hipnótico, ver la manera de que ella se movía y gemía; desde la ventana la miraba casi sin respirar, recordando los momentos vividos unas horas antes. Ella se levanto al sanitario sin voltear a verme; caminaba erguida y segura; su pelo largo se agito al volver la cabeza, en un momento que quedo atrapado en mi mente. Le vi entrar en el baño dejar la puerta entreabierta; empezó a vomitar, los ruidos salían de manera clara, la oí repetirlo un par de veces y después todo quedo en silencio; sonó el correr del agua y ella apareció unos instantes después; tratando de aparentar una seguridad que estaba lejos de sentir. Tardó en acostumbrarse a la poca luz que emanaba del televisor, al verme dé pie cerca de la ventana, me sonrió y trato de llegar hasta a mí, se tambaleaba por el alcohol y lo adormilada que estaba; su sonrisa parecía una mueca más que un gesto de felicidad; se contoneaba de manera burda al caminar, tratando de parecer sexy y seductora; la mire sin apartar mis ojos de su mirada, en su mirar leí que pensaba que la seducción estaba funcionando. Al llegar a donde yo estaba, tomo el cigarro de entre mis dedos, lo acerco a sus labios y le dio una larga chupada, aspirando el humo lentamente; sus ojos taladraban los míos, ...
    ... como queriendo averiguar lo que pensaba; dejo salir el humo poco a poco , el aire que entraba por la ventana lo movía lentamente y subía al techo de manera cansina; al terminar de exhalar acerco sus labios a los míos en un intento de besarme pero, al sentir su aliento, educadamente me aparte y le bese la frente; ella continuo en su afán juntando su cuerpo contra el mío, pude sentir su calor en mi piel, mi reacción fue separarme un poco para hacer espacio entre los 2; seguí viendo a través de la ventana la vida que corría a mis pies. Ella empezó a atisbar fuera de la habitación, oyendo la ciudad y buscando lo que mis ojos veían. El aroma de su pelo llego a mi nariz, tabaco y alcohol se fundían con sudor y noche de sueño; la calle reclamaba mi atención, los autos y los sonidos de la noche me atrapaban en ese momento. Ella puso su rostro frente a mí, y tomándome delicadamente el rostro con sus manos, me dio un beso. Sentí todo el sabor que emanaba de su aliento; de whisky, de sueño, de cigarro barato, de pasión desenfrenada; aun así tuve la entereza de mantenerme ecuánime y tranquilamente me pregunto si algo pasaba, si había algo en que ella podía ayudar. La abracé con toda la ternura de la que fui capaz y susurré que todo estaba bien; insistió en saber y se acurruco en mis brazos como un pequeño gato en el regazo de su dueño. Empecé a decirle que, por mi profesión, había tenido la oportunidad de estar en los mas lúgubres lugares de la gran ciudad; había visto la muerte reflejada ...