1. Internet y sus relaciones VII


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster

    María José del Valle detuvo el coche ante el chalet de los padres de Ruth. Probablemente lo que iba a hacer era una tontería, pero desde la noche pasada no había dejado de pensar en el mensaje que había interceptado a su hija. ¿Sería cierto que Susana y su amiga tenían un Amo? ¿virtual? ¿Qué era eso? ¿Un Amo que las dominaba a través de internet? María José estaba ciertamente preocupada. Pero había algo más...Sí, tenía curiosidad...La mamá de Susana quería saber de qué iba todo aquello. Las historias que había ido leyendo furtivamente habían despertado en ella unos deseos que jamás habría imaginado tener. Deseos que hablaban de dominación, sometimiento, servidumbre, esclavitud...Para estar donde estaba había tenido que mentir a Jaime, que pensaba que había salido con unas amigas del colegio de monjas donde había estudiado el bachillerato. No sabía por qué, pero en ningún momento se le había pasado por la cabeza contarle lo que había descubierto. Quizá hubiese sido lo mejor. Jaime era tan racional, tan conciliador...Bajó del coche y se dirigió hacia la casa. Eran las diez y cinco. Estaba nerviosa, sobre todo ante la posibilidad de enfrentarse a su hija. Susana había salido de casa a las ocho, al parecer para encontrarse con Carlos. María José, sin embargo, sospechaba que la realidad era otra...Ding, dong.Ruth escuchó el timbre de la puerta y miró al Sr. Sotogrande.Muy bien, perrita –dijo éste- aquí tenemos a nuestra mamá. Ya sabes lo que tienes que hacer.Sí, Amo –respondió ...
    ... sumisa.El Sr. Sotogrande y la muchacha habían abandonado el hotel a las nueve menos cuarto de la noche, con dirección al chalet de la joven. Ruth aún no entendía por qué iban a su casa, pudiendo quedarse con menos riesgo en la suite del Ritz. Cuando llegaron, a eso de las nueve y veinte, ella había entrado primero, para cerciorarse de que sus padres y su hermana ya se habían marchado. Entonces había avisado al Amo. Una vez dentro, Ruth le había guiado por toda la casa hasta llegar a su dormitorio. Allí, el Sr. Sotogrande le había confesado que tenía ciertas esperanzas en recibir la visita de la mamá de Susana y que de ser así, tenía la intención de dominarla y usarla como a una perra. Era una revelación sorprendente y preocupante para la joven, que no tardó en mostrar síntomas de elevado nerviosismo, e intentó convencer al Amo de que aquello era muy arriesgado. El Sr. Sotogrande azotó su trasero diez veces por cuestionar sus decisiones. Eso ayudó a calmarla. Ahora estaba claro por qué habían ido a su casa. El Amo le explicó que si la mamá de su amiga había interceptado el mensaje, había muchas probabilidades de que intentase personarse allí para hablar con ellas y disuadirlas, o meramente para saber qué se traían entre manos. A continuación, el Sr. Sotogrande le explicó qué es lo que esperaba de ella si eso llegaba a ocurrir, así que cuando Ruth oyó el timbre sabía perfectamente cómo actuar. Esperó un rato, hasta que el timbre volvió a sonar y se dirigió hacia la puerta, ...
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