1. Tres amigos 2


    Fecha: 28/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En la primera parte de estos relatos, narré cómo conocí a Juan, Santiago y Oscar y el inicio de nuestras relaciones "íntimas". En éste les contaré la forma en que llegamos a conocernos aún más profundamente (literalmente hablando). En la primera parte de estos relatos, narré cómo conocí a Juan, Santiago y Oscar y el inicio de nuestras relaciones "íntimas". En éste les contaré la forma en que llegamos a conocernos aún más profundamente (literalmente hablando). Una noche, vino Juan sin sus dos amigos, pues él no les avisó que vendría a verme. Cuando lo ví llegar solo, inmediatamente comencé a maquinar qué podría hacer para llegar a tener relaciones anales, pero no sabía cómo iba a reaccionar él ante esa propuesta, así que decidí no decirle nada y dejar que los acontecimientos fueran desarrollándose por sí solos para ver hasta dónde podíamos llegar. Luego de echar varios juegos en la misma computadora, le dije que ya me había aburrido de eso y que me pasaba para la otra, pues quería ver unas fotos nuevas que me había conseguido, así que puse el disco en la PC que estaba desocupada y me puse a mirar, sabiendo que la tentación era demasiada para que él no quisiera verlas también. No me equivoqué, pues inmediatamente estaba cambiándose de puesto y se sentó a mi lado. Ante la profusión de imágenes de mujeres y hombre desnudos y haciendo el sexo de todas las formas imaginables, ambos tuvimos una rápida erección. Enseguida comencé a pasarle la mano por encima del pantalón y le ...
    ... agarraba la pinga de arriba hasta abajo y sin que mediaran palabras, le tome una de sus manos y la puse sobre la picha para que me hiciera lo mismo, y ciertamente no tuve que rogarle, pues enseguida comenzó también a masajeármela. Le abrí la portañuela, le saqué su endurecido miembro y comencé a mamar de manera suave, con gemidos y sonidos de los labios y la lengua para que se excitara más de lo que estaba. Después de un rato en esos menesteres, me puse de pie, me la saqué y se la presenté, a lo que él respondió pegando sus gruesos labios a mi rabo comenzando una de sus espectaculares mamadas. Mientras él hacía esto, yo me safé el cinto, y me fui bajando el pantalón y el calzoncillo, hasta que me los quité y luego lo hice también con la camisa, pues hacía un calor bastante sofocante. Entonces le pedí a él que se parara mientras yo tomaba asiento, y mientras volvía a chupársela a pasarle la lengua por el frenillo, le safé su pantalón y le lo bajé, así como también el calzoncillo y luego se los quité por completo y le pedí que se quitara la camisa, cosa que el hizo con prontitud. Una vez que estuvo totalmente desnudo, comencé a acariciarle las nalgas de una forma muy delicada y un poco más tarde a pasarle un dedo a lo largo de toda la raja de las misma, analizando sus reacciones. Como no protestó, sino al contrario, se inclinaba hacia adelante para que yo tuviera mejor acceso a lo que buscaba, comencé a tocarle su culito, primero muy suave, y luego tratando que irle introduciendo uno ...
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