1. Ana y los muchachos de la mudanza


    Fecha: 30/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Unos meses después de casados, por fin pudimos mudarnos con Ana a una casa más amplia y cómoda en la zona suburbana.Mi esposa llamó a una compañía de mudanzas para que acarrearan toda la casa entera de un lado a otro. Por la tarde temprano, un enorme camión llegó a la puerta y tres jóvenes musculosos comenzaron a cargar todo…Finalmente llevamos las cosas a la nueva casa y por dos horas estuvimos revolviendo todo hasta que cada mueble estuvo casi en su lugar.Ana me preguntó entonces si yo podía ir a buscar clavos a una ferretería, para colgar algunas cosas en las paredes. Ella mientras tanto, se sentó a conversar en el living con los tres hombres…Antes de llegar a la ferretería, me di cuenta de que había olvidado mi billetera en casa; así que regresé lo más presuroso posible.Al entrar al jardín, pude escuchar desde afuera unos gruñidos y gemidos.Me asomé a la ventana del living y entonces me encontré un espectáculo que realmente no esperaba.Dos de los hombres de la mudanza estaban sentados en el sofá con los pantalones a la altura de los tobillos.Mi esposa estaba completamente desnuda; a cuatro patas frente a ellos, lamiendo por turnos esas enormes vergas que ambos cargaban.El tercero se masajeaba su pija mientras observaba el espectáculo…De pronto ese tercer tipo se levantó y dejó sus pantalones en el suelo. Se acercó por detrás a mi esposa y se arrodilló a sus espaldas. Abrió con sus dedos los labios vaginales de Ana y silbó con un gesto de admiración; diciendo a sus amigos ...
    ... que había encontrado una concha bien apretada…Los tres rieron, pero entonces Mauricio, que era el tercero, guió su endurecida verga hacia esa invitante y húmeda abertura…El muy hijo de puta la penetró y tomó las caderas de Ana, comenzando a bombearla con dureza, mientras ella seguía ocupada alternando su boca entre las vergas de los otros dos tipos.“Te gusta cómo te coge mi amigo, perra…?” Le preguntó uno de ellos.Ana no podía ni quería sacarse esa verga enorme de la boca para contestar, así que asintió con la cabeza.De repente Mauricio la tomó por los cabellos y le llevó la cabeza hacia atrás, obligándola a mirar a sus dos amigos mientras la cogía salvajemente como a una perra.Ana gemía y trataba de debatirse; pero Mauricio la tenía bien sujeta y con cada embestida se hundía más y más profundo en su afiebrada vagina.El tipo de repente aulló y se quedó quieto, mientras ciertos temblores de su cadera me indicaban que había acabado dentro de mi esposa.Enseguida sacó su pija chorreante de semen y le cedió su lugar a Charlie, otro de sus compañeros.Charlie se quejó porque la concha de mi esposa rebosaba de leche: entonces dijo que probaría por el culo de Ana. Ella giró la cabeza y dijo:“Por el culo no, por favor… la tuya es más grande…” Suplicó al chico.“Entonces te va a doler un poco más… y eso me gusta, perra…”Respondió Charlie riéndose a carcajadas, mientras la tomaba con firmeza por la cintura, inmovilizando a mi delicada esposa. No perdió tiempo. Enseguida la boca de Anita ...
«123»