1. Entregando a Lorena 44


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... Así de costado, sus suaves cachetes se abrían, brindándome su estrecho orto.Comencé a enterrar mi lengua en ese lugar tan cerrado, llevando mi saliva hasta la entrada misma de su esfínter que se abría y cerraba.Lorena había soltado mi verga y ahora se acariciaba el clítoris, haciéndose una buena paja mientras jadeaba con calentura…“Mi amor, dale, metemela hasta el fondo…” Suspiró entre jadeos.Yo sentía la rugosidad de su ano en mi lengua. Seguí lamiendo un poco más, hasta que ninguno de los dos pudimos aguantar las ganas de meterle mi verga en el culo…Volví a la posición original, los dos de costado. Lorena con mi verga en su mano otra vez, la guió hasta que encontró el lugar indicado para entrar. Su orto ensalivado esperaba ansioso el embate de mi poronga y no se resistió en lo más mínimo ante el primer empuje, hasta la mitad del tronco.Lorena dejó escapar un gemido largo e intenso que retumbó en toda la habitación, que hasta ese momento estaba muy silenciosa.En el segundo empuje casi la abrí al medio y al tercero ya sentí mis bolas chocando contra su piel. Se la había metido por completo.Mi delicada esposa comenzó a debatirse y a gemir, revolviéndose de placer entre mis brazos. Sus manos aferraban las mías para que le amasara las tetas con todas mis ganas. Yo también jadeaba de placer.Le bombeé el culo por varios minutos, sintiendo cómo ...
    ... mi verga entraba y salía cada vez con más facilidad.Fueron largos e intensos minutos llenos de sudor, goce, palabrotas y jadeos hasta que me derramé entero dentro de su ano llenándoselo con mi leche caliente, contenida desde hacía varios días…Pero Lorena seguía caliente y quería más. Me pidió que le chupara la concha, poniéndose boca arriba y ofreciéndome su vulva depilada y húmeda. Le levanté las caderas para meterle un par de dedos en el culo, mientras le pasaba la lengua por el clítoris duro, tan duro que parecía que iba a explotar.En pocos segundos, mi lengua la hizo estallar, acabándome en la cara y llenándome de flujos la barbilla. Saqué mis dedos de su ano y Lorena por fin se relajó, cayendo agotada sobre la cama…Me levanté para ir al baño y cuando regresé, mi delicada mujercita estaba desmayada; magnífica en su desnudez, tanto me excitó la visión de su cuerpo desnudo, que mi verga comenzó a ponerse dura otra vez.La volteé boca abajo y me subí a su espalda, besando su cuello.Lorena gimió suavemente cuando sintió que mi pija endurecida se hundía en su vagina llena de semen ajeno.Mientras la bombeaba suavemente, disfrutando de la calidez de esa hermosa concha, no podía dejar de preguntarme quién habría sido el afortunado en disfrutar del cuerpo de mi esposa…Me quedé con la duda.Por la mañana, al despertarme, Lorena ya no estaba en casa… 
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