1. Secuestrada por error


    Fecha: 01/02/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Había ido con Víctor esa noche a una fiesta en la casa de un nuevo cliente de la empresa. El lugar era una fastuosa mansión. Se notaba que el anfitrión era realmente un hombre multimillonario. Mi esposo había sido enviado para representar a sus jefes, que se encontraban de viaje y no habían podido suspender otros compromisos para cumplir con este cliente.Víctor saludó a este hombre y él nos presentó a su esposa. Era una muy sensual mujer, apenas un par de años mayor que yo. Esa noche se había peinado con un estilo de rodete muy similar al que yo usaba y, como si nos hubiésemos puesto de acuerdo para parecer mellizas, lucía un elegante vestido de un color verde agua casi idéntico al mío.Su nombre era Susana y se rió alegremente al verme vestida y peinada casi de la misma manera que ella.La fiesta resultó ser bastante aburrida; demasiada gente insulsa y muy poco baile o entretenimiento. La cena fue excelente y las bebidas también.En un momento me separé de Víctor y subí las escaleras rumbo al baño.Toqué con unos leves golpes a la puerta y entonces se abrió, apareciendo Susana frente a mí. Ella tomó mi mano y me arrastró hacia adentro. Abrí mi boca con una expresión de sorpresa, pero entonces esa sensual mujer me hizo callar dándome un profundo beso de lengua que me dejó loca…Después me miró unos segundos a los ojos y me dijo que me esperaría más tarde en su dormitorio...si yo me animaba…Después salió del baño, dejándome allí totalmente excitada y humedecida.Al salir avancé por ...
    ... el pasillo, pero antes de llegar a la escalera, sentí un olor penetrante en mi nariz y de repente todo se volvió oscuro…De un golpe abrí mis ojos. Estaba recostada en algo que parecía ser una silla ginecológica. Estaba desnuda, solamente podía ver que aún conservaba mis zapatos de taco alto. Tenía las piernas abiertas y podía ver unas manchas blancuzcas sobre mi vientre. Sentí un ardor en mi vagina y entonces supe que alguien me había cogido mientras estaba desmayada.Una mordaza cubría mi boca. Giré mi cabeza y pude ver en las penumbras de la habitación a cuatro hombres sentados a una mesa. Estaban jugando a las cartas, bebiendo, riéndose y hablando a gritos.Uno de ellos se levantó y se acercó hacia mí.“Por fin te despertaste, putita… así vamos a poder divertirnos mucho mejor”Me imaginé que este tipo no me había cogido hasta ahora, esperando que yo me despertara para gozarme mejor… y no me equivocaba…“Me gustan las perras que gritan mientras me las cojo…” Dijo amenazante.Apenas terminó de decirlo, se bajó los pantalones y me mostró una enorme verga ya erecta. Se acercó entre mis muslos abiertos y de repente sentí que me la metía a fondo en mi ahora dilatada vagina, sin compasión.El tipo comenzó a gruñir mientras me bombeaba sin darme respiro. Me miraba a los ojos y me llamaba “puta” cuando veía que yo gemía bajo la mordaza. Por suerte duró poco; se notaba que estaba muy caliente y entonces se descargó dentro de mi concha demasiado rápido. Después me la sacó riéndose, girando ...
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