1. Una boda muy especial


    Fecha: 01/02/2018, Categorías: Incesto Autor: cadeanvi, Fuente: CuentoRelatos

    ... excitada. Ya en la habitación directamente nos desnudamos, los pezones oscuros y erectos resaltaban en sus blancas tetas, su húmedo vello púbico un poco canoso, se escondía entre su vagina marcando la raja del coño. Sin quitar la vista de mi erecta polla de sentó en la cama, su cara quedó a la altura de mi polla, la agarró y empezó a menearla mientras mis dedos acariciaban sus pezones. *Que dura la tienes, ahhh, como me pones, estoy muy caliente hijo, te la voy a chupar para que te corras en mi boca y saborear tu semen. La mamada y la imagen de mi madre metiendo y sacando la polla en su boca me provocó un orgasmo con una potente eyaculación que hizo gemir a mi madre cuando sintió mi semen caliente en su boca, tragando todo lo que podía. *Que rico sabes, ummm, que ricooo. Mientras me recuperaba del orgasmo la tumbe y abriéndola las piernas comencé a lamer su coño húmedo y muy caliente, saboreando y oliendo sus jugos vaginales. Mi lengua se centró en el clítoris, apretaba su pelvis contra mi boca gimiendo al ritmo de mis lametadas, mis manos agarraban sus tetas, mis dedos acariciaban sus duros pezones. Su cuerpo se tensó y se corrió en mi boca gritando de placer. Mi lengua recorrió todo su coño ...
    ... sorbiendo los jugos que emanaron de él. Mi polla estaba tiesa de nuevo, me coloque encima y penetré sin esfuerzo su lubricada vagina. Nos besábamos profundamente saboreando la mezcla de sabores. Mi polla golpeaba el fondo de su vagina una y otra vez, sentía el calor de su coño encharcado. Nuestros jadeos se aceleraron cada vez más, mis embestidas cada vez más potentes nos hacían gozar y gritar de placer, nuestros orgasmos se acercaban. *Mamiii, ahhhh, que gusto me das, que caliente tienes el coñito mami, que placer. Como me gusta follarte, ¿te gusta cómo te folla tu hijo? me voy a correr mamiii, me corrooo. *Siiiii, me encanta que me folles hijo, folla a tu madre, te deseo, ahhhh, siiii, que gustooo, me corro también, me corrooo. Nos corrimos a la vez, mi madre clavó sus uñas en mi espalda mordiendo mi hombro, mi boca chupaba su duro pezón y mis dedos pellizcaron el otro haciéndola gritar de gusto. Extenuados los dos, nos arropamos y abrazamos. No tardamos mucho en quedarnos dormidos. A la mañana siguiente nos duchamos los dos juntos e hicimos el amor en la ducha. Mi madre y yo seguimos follando sin ningún remordimiento. El hecho de ser madre e hijo nos da mucho morbo y hace más placentera nuestra relación. 
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