1. Me destrozaron el culo... ¡que placer!


    Fecha: 02/02/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me presento. Me llamo Angel, tengo 40 años y un cuerpo decente que intento mantener a toda costa. Soy profesor de matemáticas y mi historia comienza en el colegio donde actualmente doy clases. Estas clases las doy a chavales de 17 y 18 años. Y, muchos estaréis de acuerdo conmigo que cuando se acerca el calor, las niñitas de 18 años, cada vez sus faldas son mas cortas, los pantalones más caídos, que se les ve todo el tanga, y las camisetas casi a la altura de las tetillas. Todo un panorama inaguantable para mi líbido, o que es lo mismo, cada clase que doy, salgo con una erección considerable. La que me parece que se daba cuenta era Vicky. Una niña preciosa, con larga cabellera morena, con una sonrisa pícara, con unas tetas considerables para su edad, y con un culo perfecto. Vicky, un día me vió como no podia retirar la mirada del culo de Rosa, y me sonrió guiñándome un ojo. Desde aquel día Vicky comenzó a llevar falditas mas cortas y, como estaba sentada en primera fila, abría sus piernas dejandome una perfecta visión de sus braguitas, que eran de una tela blanca muy fina, con lo que se le transparentaba toda la rajita. También, aprovechaba la más minima ocasión para hablar con Rosa, que estaba en la mesa de atrás, con lo que se ponía de rodillas en la silla y me dejaba todo su precioso culito a mi vista, un día con braguitas blancas, otro día con braguitas rosas, y así pasaban los días, teniendome que ir más de una vez a masturbarme en el lavabo. Pues bien, esta clase ...
    ... llevaba todo el año preparando un viaje de fin de curso a Italia, y a medida que se acercaba el día, la ilusión se acrecentaba entre los alumnos. Hasta que, cuando quedaban dos semanas para dicho viaje, este se había convertido en monotema entre los alumnos. Donde irían, que se llevarían, donde dormirían, con quien dormirían… estaban ilusionadisimos. Todo iban a la perfección hasta que la directora del colegio se inventó una nueva regla: quien suspendiera más de dos asignaturas, no podían ir al viaje de fin de curso. Vicky, Rosa y Sandra (otra niñita de curvas perfectas) hicieron cuentas y llegaron a la conclusión que posiblemente suspenderian tres asignaturas, y la única asignatura que coincidían que iban a suspender las tres era matemáticas, y quedaban dos días para el examen final. Ese día, al final de la clase, yo me fui a mi despacho que tengo en el colegio, y se quedaron las tres en clase cuchicheando, como si tramaran algo. Yo llegué a mi despacho, me senté en mi mesa y me enfrasqué en mis asuntos, cuando de pronto picaron a la puerta. La puerta se abrió y apareció la cabecita de Vicky con un sonrisa. Entonces Vicky se puso a llorar con la cabeza escondida entre sus brazos, sobre la mesa. Yo me acerqué a consolarla y le acaricié el cabello y le dije: Tal pronto acabé la frase, Vicky que estaba sentada, se abrazó fuertemente a mi, con lo que su cara quedó a la altura de mi paquete aplastandolo contra su mejilla. Aquellos días hacía mucho calor y se había estropeado el aire ...
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