1. La sumisión de Raquel I


    Fecha: 04/02/2018, Categorías: Dominación Incesto Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... levante y me acerque al armario y saque una falda por encima de la rodillas negra y con raja al lado, y una blusa blanca algo transparente, y le di un sujetador negro de encaje, me miro pero no dijo nada solo se puso colorada pero se vistió y salio hacia donde había quedado con Raquel, yo también empecé a vestirme pero con tranquilidad y pensando en como someter a Raquel, cosa que veía difícil por lo poco que me había contado su madre, pero nada más pensarlo ya me estaba excitando. Cuando llegue al pub entre y las vi en una mesa al final de la sala estaban un poco alteradas, así que me acerque a su mesa y haciéndome el encontradizo las salude y con toda la cara me senté entre Raquel y Ana. Ana colorada y alterada, me presento a su hija, que también estaba acalorada, me fije en su vestuario, pantalón dockers azul marino, camisa ralph lauren y un pañuelo de seda que tampoco tendría que ser muy malo, y zapatos tipo bailarina, vamos muy mona y pija. Ana tal y como quedamos me presento como sobrino de Rocío y que yo era el que más de una vez le había solucionado mas de una chapuza en casa, y que me estaba muy agradecida. Raquel me miro con cara de enfado, porque le había cortado la conversación con su madre, pero yo para quitar hierro a la cosa le pregunte que bebía que estaba su copa vacía, ella se limito a decir que un gin tonic, así que llame al camarero y pedí para los tres, Conseguí cambiar el tema de conversación, aunque me costo, pues por lo que se ve Raquel llevaba un ...
    ... calentón con lo de su madre que casi le daba igual que yo estuviese delante, además de un par de cubatas, más el otro que le pedí yo, por lo que además se estaba entonando con el alcohol, en un momento dado fui yo el que saco el tema, pero con otra orientación. Le pregunte por su marido, le dije que como teniendo una rubia tan buena la dejaba sola un viernes noche, que si fuese mi mujer yo no la dejaría sola ni comprar el pan, Ana me miro entre sorprendida y asustada por como reaccionaria su hija. Pero esta estaba ya un poco bebida, y solo se sonrojo, y me contesto que su marido estaba de viaje por problemas de trabajo, que ella no suele salir nunca a estas horas, y menos sin su marido, que la verdad es que llevaba como uno o dos años sin salir a estas horas. Yo le dije que era una pena y que una mujer como ella no podía quedarse encerrada, que se fijase en su madre, en como ella disfrutaba de la vida sin molestar a nadie, que lo de quedarse encerrada ya no se estilaba, y hay metí el dedo en la llaga, porque se volvió a su madre y dijo que parecía una puta vistiéndose así y saliendo siempre que su padre no estaba, que eso era casi todos los días, y que ella no se parecía en nada a ella. Hay me acerque a su oído y le dije que ya le gustaría a ella ser ni la mitad que su madre, que ella no era una puta, que era mi puta y que yo la usaba a mi antojo siempre que a mi me salía de los huevos, y que desde que estaba conmigo estaba mejor y más guapa, porque estaba servida, y que era mi ...
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