1. Un abrupto romance...


    Fecha: 07/02/2018, Categorías: Gays Grandes Relatos, Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... a Bobby eso le encantaba, era todo lo que necesitaba para saber que le gustaba a Bobby, entonces cortó el beso y volvió a conducir. *-*-*-*-*-* Bobby insistía en preguntar dónde iban y Alec seguía respondiendo con un simple ya verás, hasta que el chico se cruzó de brazos, giró su cabeza hacia Alec y, aunque no podía mirarlo, hizo gesto de berrinche. Alec seguía pensando que ese era un comportamiento algo infantil, pero lejos de molestarle, le despertaba mucha ternura, así que se limitó a tomar la mano del chico y seguir conduciendo. Bobby no lograba entender por qué Alec no le decía dónde iban y mucho menos entendía el motivo de la corbata que vendaba sus ojos, para colmo, su mano empezó a sudar y no quería incomodar a Alec, de modo que intentó separarse, pero no lo dejó. Finalmente, Alec detuvo el auto y dejó que Bobby se quitara la corbata, eso sí, debía quedarse quieto y no salir del auto hasta que él volviera. Lo único que Bobby podía ver, porque Alec le hizo prometer que ni siquiera giraría la cabeza, era una pared blanca que sólo contribuía a hacer que el tiempo se le hiciera todavía más largo y que su aburrimiento creciera hasta que, sin notarlo, Alec regresó, abrió la puerta y le pidió a Bobby ponerse la corbata de nuevo. El chico lo hizo con gusto, principalmente porque su olor lo atraía como un imán y era la sensación más agradable que podía experimentar en ese momento. Por fin Alec se decidió a desabrocharle el cinturón de seguridad y lo cargó nuevamente. De ...
    ... manera un tanto instintiva, Bobby pasó sus brazos entorno del cuello de ese hombre que le parecía tan atractivo y apoyó la cabeza en su hombro. Alec, aunque no podía verlo, percibía que Bobby tenía los ojos cerrados y una sonrisa en la cara de total confianza en él. *-*-*-*-*-* Cuando ya habían caminado un poco, Alec le quitó la corbata de los ojos, rió y le preguntó a Bobby que por qué cerraba los ojos, pero la timidez del chico había regresado y no pudo contestarle, así que Alec lo besó y lo llevó hasta su casa en las afueras de la ciudad, un hermoso paisaje con muchos árboles y una corriente de agua. En el momento en que Bobby abrió los ojos se enamoró del lugar, era una casa enorme, casi una mansión victoriana, tal como se la imaginaba de niño, pero rodeada de la naturaleza y sin ninguna señal de vecinos o de alguien cerca. Alec bajó a Bobby, lo dijo que lo dejaría por unos minutos mientras disfrutaba del paisaje y se fue. Su estrategia para impresionarlo había funcionado, sabía que le gustaría el lugar, aunque una pequeña voz en su cabeza le recriminaba que era el primer hombre que llevaba allí, además debía estar loco para enamorarse de un completo desconocido, de un chico que simplemente caminaba por las calles de un Londres que amenazaba lluvia. Alec decidió que esa voz podía irse mil veces al cuerno, se dirigió al auto y sacó una canasta de picnic y una maleta del baúl. Bobby seguía embelesado con el paisaje, luego empezó a detallar la casa, tenía grandes ventanales y era ...