SEXO Y LLUVIA - Relatos Eróticos

SEXO Y LLUVIA

Era el verano de 2010 por circunstancias ajenas a mi voluntad me había quedado sin pareja sexual, el tipo que me había iniciado a descubrir mi lado gay se había ido a radicar a Estados Unidos y me había dejado con muchas ganas de seguir aprendiendo y experimentando con mi nueva faceta sexual, aunque de eso ya habían pasado poco más de dos años, no dejaba de acostumbrarme. Mientras encontraba de nuevo una pareja estable para tener sexo, decidí meterme de lleno en el ejercicio, además de darme una buena condición física me mantenía ocupado y parcialmente hacia que no pensara en sexo, así que todas las noches después del trabajo me iba a correr al parque cercano a casa, llegaba por ahí de las 7:30 pm y me regresaba a casa entre 8:30 y 8:45 pm, recuerdo que era un viernes y estaba algo nublado, no obstante eso empecé mi rutina, siempre bajaba con un short holgadito que de repente se me subía y dejaba ver parte de mis nalgas, y arriba una playerita de manga larga que de repente también se me subía y dejaba ver la tanguita que llevaba debajo del short, bien por ahí de las 7:50 empezó a llover muy fuerte, apenas y me dio tiempo de guarecerme en la cornisa de la casa de los jardineros que cuidaban el parque que ya para esa hora estaba cerrada, para mi sorpresa había 5 policías también abajo de ese tejado cubriéndose del agua, como pude me pase a la parte trasera de ellos, quedando justo en medio, con policías detrás y enfrente de mi, llovía a cantaros y después comenzó a granizar, ...

... de repente empecé a sentir el roce de unos dedos, justo debajo del short rozando la parte baja de mis nalgas No hice ni dije nada me quede quieto, y a los pocos segundos ya era una mano la que sentía acariciando mi muslo y subiéndome el short para masajear mis nalgas, igual no dije nada solo me hice un poco hacia atrás para facilitarle la acción al misterioso fajador, de repente ceso un poco la lluvia y dos de los policías que estaban a delante se aventuraron a irse, invitaron a los de atrás a que se fueran, pero solo uno de ellos los siguió, así que dos se quedaron conmigo, quede justo en medio de ellos y ellos atrás de mi, a los pocos segundos volvió a arreciar la lluvia, los tres nos replegamos hacia la pared de la casa de los jardineros, quedando mis nalgas pegadas a la mano que me masajeaba, el ruido era ensordecedor, y de repente sentí como otra mano tocaba la otra parte de mis caderas, no dije nada no sabía si solo era uno o eran los dos tipos los que me estaban tocando, después sentí como me bajaban el short, y uno de ellos dijo, como se antoja un cafecito o un te caliente, no crees amigo, hablándome a un lado, yo voltee y le dije si por cortesía, pero ya era muy obvio, sentí claramente cuatro manos, dos detrás y dos enfrente sobando mi muslos y mis nalgas, no dejaba de llover, y entonces uno de ellos, dijo, oye y si en vez de café o te, te damos lechita caliente? No dije nada, me puse de rodillas y empecé a lamer sus penes que ya estaban fuera de sus pantalones, metía ...