1. Entrevista con Jennifer, una sexo servidora (2)


    Fecha: 08/02/2018, Categorías: Primera Vez Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Estuvimos alrededor de una hora en el restaurante italiano y fue Jennifer la que retomó la plática para los planes de esa noche, pues la cita concertada con esta chica de compañía era para pasar toda la noche con ella. Jennifer me pregunta: - ¿Tony, donde iremos después de aquí? Tenemos toda la noche y la madrugada. ¿Iremos a algún hotel, algún lugar local por aquí? - ¿Qué te parece si vamos a ese lugar de salsa del que me hablas? ¿Imagino que habrá algún hotel alrededor? - En ese caso, pasemos brevemente a mi apartamento a dejar mi coche y nos vamos juntos. El lugar está en el centro de la ciudad… unos 30 a 40 minutos. De esa manera nos alejamos del restaurante y nos fuimos a su apartamento donde me pidió a que esperara unos minutos. Cuando regresó venía con una pequeña maleta y la puso en la cajuela de mi coche y ella me pidió conducirlo, pues me hablaba que le gustaba mi Shelby Mustang convertible y le di las llaves. Este es un complejo de apartamentos bastante grande, de bonitos jardines y espacios vacíos con muchas sombras. Estamos a comienzos del verano y son casi de las 8 de la noche y comienza a oscurecer. Jennifer ronda el complejo y se estaciona frente a una pequeña laguna donde parece que solamente somos nosotros en el lugar. Me mira y me dice: - Siempre que paso por aquí pienso que este es un bonito lugar para hacer el amor. - Escénico, me parece un lugar muy inspirador. - ¿Se atrevería usted? Y es como iniciamos a comernos a besos. En el perfil de dama de ...
    ... compañía de Jennifer, hablaba de ofrecer un tratamiento de novios y era eso una de las cosas o habilidades que me gustaron de esta chica. Le encantaba besar y recibir besos. Obviamente le bese y le lamí el cuello, pues ella me había dicho como le encantaba recibir caricias en esa parte de su cuerpo y cada vez que lo hacía, ese escote me invitaba a descubrir esas hermosas tetas redondas que había visto en las fotografías que me habían enviado los de la agencia. Su vestido dorado era solo cuestión de desabrochar un botón y bajar el cierre para tener acceso a sus ricos pechos, pues al hacerlo descubría que con aquella prenda no era requerido usar brassier. Le comí las tetas a mi antojo y le apreté los pezones con mis labios mientras mis manos acariciaban sus lindas piernas. Aquello fue un agasajo como cuando uno anda de novios en los años mozos; lo único aquí, que la única moza era Jennifer. Maniobrar en un coche compacto como un Mustang Shelby para una persona como yo de un metro y noventa es un tanto difícil, sino que imposible. Jennifer estaba tan caliente que lo único viable y más confortable fue abrir mi puerta, me bajé el pantalón y el bóxer y ella se sentó sobre de mí y mi verga le penetró y sentí lo caliente de su vagina, cuando a la vez esta linda chica gemía de placer y en aquella posición le podía tomar de sus pezones y apretarlos a como ella me indicaba que le gustaba. No pasaron ni tres minutos cuando Jennifer explotó en un grandioso orgasmo y sentí su vagina como se ...
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