1. Incesto, el pecado más placentero


    Fecha: 08/02/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Vicente03, Fuente: CuentoRelatos

    Para empezar esto es algo al que nunca nadie se lo he contado, sólo mi madre y yo lo sabemos, ella nunca autorizo este relato pero me matan las ganas de contarle al mundo que fue lo que sucedió, espero lo disfruten tanto como yo lo hago. Primero me describiré a mí, Vicente Ceballos un joven de 19 años, 1.70 de estatura y actualmente universitario, con un cuerpo atlético, gracias al futbol y al gimnasio, ese soy yo, el cual vive enamorado de su madre desde que la pubertad empezó a notarse en él. Mi madre, una señora de 42 años madura en su edad donde parecía ser muchísimos más hermosa y radiante, 1.68 de estatura y por si fuera poco, poseía un cuerpo digno de alguna Diosa, unos senos y perfectos y muy deliciosos con una aureola bellísima, un rostro perfecto hermoso por donde se viera, unas piernas muy fuertes y torneadas y por si fuera poco su trasero un hermoso mangar, unas nalgas duras y muy duras y paradas con una cadera grande, una cintura diminuta. Una mujer muy respetuosa y pulcra, iba al gimnasio con regularidad y cuidaba su salud y su alimentación, asistía a la iglesia todos los domingo y amaba a su esposo y a su hijo con un amor tan grande como el universo mismo. Mi padre un señor de 45 años, moreno chaparro y gordo, era muy borracho y casi nunca estaba en casa, por su trabajo según, era obrero y ganaba bien, pero por su alcoholismo dejo de ponernos atención a mí y a mi madre. Esta historia que relataré empezó hace 1 año cuando yo tenía 18, debo de comentar que ...
    ... empecé a fijarme en las mujeres desde los 12 años (sexualmente) y de mi madre a los 13. Bueno en fin, era periodo de vacaciones, yo había concluido con éxito terminar la prepa, mi madre y mi padre se sentían muy felices pero mi padre ya casi no lo veía, siempre estaba en casa 1 o 2 veces obviamente por su alcoholismo mi madre siempre lo amo y por más que el fuera infiel ella le perdonaría todo. Mi deseo por mi madre era tan fuerte que lo único que quería era estar con ella, yo siempre fui muy amoroso con ella y quería poseer ese maravilloso cuerpo pero no sabía cómo, investigue en internet pero nada me convencía yo sabía que si yo intentaba algo con mi madre y no funcionaba toda mi vida se vendría abajo. Hasta que por fin vi un punto del cual me podría aprovechar, yo veía que mi madre nunca volteaba a ver a ningún hombre, aunque cuando salíamos a la calle todos la observaban tanto jóvenes como ancianos le comían el culo a más no poder yo odiaba esto, así que no me gustaba salir con mi madre, pero un día acompañándola al gimnasio me di cuenta que ella por fin vio a un hombre a un joven muy alto 1.90 sin exagerar y demasiado músculo y marcado el también y rápido fue a hablarle, así que me dije a mi mismo, tengo que evitar que ella cometa una locura, ella tiene que ser mía, así que llegando a casa le dije lo que había visto lo que ella hizo, ella me pidió perdón dijo que sentía avergonzada y que jamás se volvería a repetir y si así fue, el tipo se le acercaba y mi madre lo rechazaba, ...
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