1. Anita a merced de varios desconocidos (2)


    Fecha: 08/02/2018, Categorías: Anal BDSM Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Anita a merced de varios desconocidos (2)Pude sentir que el tipo se acomodaba entre mis tobillos y un ruido de tela me hizo entender que se estaba sacando la ropa. Se inclinó sobre mi cuerpo expuesto y efectivamente, pude sentir su gruesa y endurecida verga sobre mis nalgas. Me lamió una oreja y me susurró al oído: “Hola bebota, supongo que te acordarás de mí”. “Yo soy el que te llenó la conchita mientras dormías y ahora voy a estrenar ese culito virgen; así me gusta, que lo hayas reservado para mí solamente”.Este hijo de puta me iba a romper el culo, mi delicado y suave culito que apenas Víctor se atrevía a pedirme. Exceptuando él, jamás se lo había entregado a nadie. Y ahora un brutal desconocido iba a quitarme mi casi intacta virginidad anal, por decirlo de alguna manera.Me preparé para lo peor. Las veces que había intentado meterme algún consolador en la cola me había dolido demasiado, así que siempre terminaba sin hacerlo del todo. Este tipo seguramente no iba a detenerse cuando le dijera que me dolía; todo lo contrario, se excitaría más todavía y me cogería seguramente con más ganas y violencia.Pareció adivinarme el pensamiento, porque lo escuché decir a su amigo: “La perrita ya está temblando, será de excitación o de miedo a que la colita le quede destrozada?”. El otro lanzó una carcajada y respondió:“Pobre putita, ahora va a entender por qué te dicen el Burro”.Empecé a sollozar de miedo, ya que sabía de memoria que un burro tiene una verga enorme, así que ya no me ...
    ... quedaban dudas de que este bruto me iba a dejar el culo completamente destruido.No sabía qué estaba haciendo el tipo. Me imaginé que estaba poniéndose dura su cosa a fuerza de manotazos, ya que lo presentía entre mis piernas pero no me estaba tocando. El hijo de puta me la iba a meter en seco; no tenía ninguna intención de lubricarme.De repente sentí que se acostaba sobre mi espalda y me abría las nalgas con una mano. Me dijo al oído: “Quiero oírte gritar mientras te parto al medio ese culito”.Entonces lo pude sentir. Una cabeza enorme trataba de abrirse paso en la estrecha entrada de mi ano, algo brutal, increíble, gigantesco y muy duro. No se detuvo por un segundo. Abrí la boca para gritar, pero no pude ni exhalar un suspiro. El dolor era insoportable; sentía esa pija enorme que entraba dilatando mi ano sin compasión, en seco, haciéndome llorar.Por fin llegó hasta el fondo y se detuvo. Entonces sentí una especie de alivio, ya que no me dolía tanto. El hijo de puta mordisqueó mi oreja susurrando: “Qué putita tan linda, nunca había tenido la suerte de desvirgar un culito tan estrecho como el tuyo”. Lo insulté con todas mis fuerzas, pero se largó a reír y comenzó a retirarse, para luego embestir con más violencia, provocándome un aullido de dolor tremendo.La tortura duró un rato largo. Mi pobre cola soportando esa gigantesca cosa entrando y saliendo, produciéndome mucho dolor ya que lo hacía en seco. Finalmente sentí que me dilataba bastante y entonces el placer ocupó un poco el ...
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