1. Espiando desde las sombras


    Fecha: 09/02/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... Anita me había visto. Me miró directo a los ojos sin decir ni palabra; pero justo en ese mismo momento los cerró, crispándose su expresión en un tremendo gesto de dolor.Respiró aceleradamente, cómo si tuviera miedo y abrió sus ojos otra vez para mirarme. Me imaginé esa verga dura y gruesa atravesando su apretado esfínter.Pude ver sus manos agarrando las sábanas hasta que sus nudillos se ponían blancos de tanto crisparse. Entonces comenzó un bamboleo suave y cadencioso, traducido en quejidos agudos, casi chillidos leves.Se le salieron las lágrimas mientras ese tipo la sodomizaba. Ella estaba excitada a pesar de sentir dolor. Sus pezones erectos y duros me lo confirmaron. Cada tanto se oía palmadas y Ana gemía de placer…A veces él se inclinaba sobre ella y la tomaba por las tetas, acariciando sus endurecidos pezones y tironeando de ellos para provocarle dolor a propósito…Ana resoplaba y jadeaba y otra vez su rostro denotaba dolor…“Así es, puta…No entiendo cómo tu marido nunca te rompió este lindo culo”“Despacio, no seas tan bruto… me duele mucho…” Le suplicó ella llorando.La sodomizaba con frenesí, como si no le importara el dolor de ella.Ana de repente comenzó a llorar de dolor, mirándome a los ojos mientras ese hijo de puta le destrozaba el culo, metiéndole la gruesa verga a fondo.Cerró sus ojos y apretó los dientes. A pesar de ese abuso brutal en su trasero, parecía estar teniendo un orgasmo, aunque se cuidó de gritarlo.De repente, un golpe más violento, casi un empujón, la ...
    ... tiró de la cama.“Te dije que no podías acabar sin mi permiso, puta…” Rugió el tipo.El hombre, de rodillas, avanzó hasta el borde de la cama. Se inclinó y tomó a Ana por los cabellos, obligándola a arrodillarse sobre el piso. Tironeó de ella y entonces vi su pija dura clavarse hasta el fondo de la garganta de mi esposa.Ella comenzó a ahogarse, a sufrir espasmos violentos, mientras se debatía para sacarse esa mordaza enorme de su boca, que no la dejaba respirar.Pero él insistía y no cejaba en su empeño, atravesando la garganta de mi esposa cada vez con más violencia. Anita lloraba y otra vez sus lágrimas negras de rimmel se deslizaban por sus mejillas coloradas.“Buena puta…” Fue el único comentario de ese turro, mientras se tensaba hacia atrás, llenando la boca de ella con una buena cantidad de semen…Apenas se la sacó de la boca, Anita se deslizó hasta el suelo, llorando y temblando. Sus propios dedos buscaron su concha humedecida y entraron furiosamente entre sus labios vaginales. Respiraba agitadamente mientras se tocaba, buscando acabar nuevamente.De repente se crispó y entonces supe que había tenido otro orgasmo, otra vez bien silencioso…Se levantó temblando, me miró de reojo y rodeó la cama, mirando al tipo con furia y desprecio. Lo insultó y luego se encerró en el baño.Me quedé ahí de pie, detrás de la puerta, sintiendo mi verga endurecida por toda esa tremenda escena que había presenciado desde las sombras.La dura voz de ese hombre me sacó de mis pensamientos:“Te gusta ...