1. Mi fantasía contigo


    Fecha: 11/02/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Erotismo y Amor Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos se pierden debajo de mi falda, acaricias la suave piel de mis muslos, yendo cada vez más cerca de mi vulva, que he depilado por completo pensando que así te gusta más. Haces a un lado mi ropita interior y mis jugos mojan la punta de los dos dedos que me estás empezando a meter. Yo no puedo más. Me abrazo a tu cuello y mis tiernos gemidos de adolescente en tu oído, te excitan haciendo que tu miembro te levante el pantalón. Me tomas la mano para que toque tu pene y yo no me resisto, al contrario, te bajo el cierre y libero mi ansiado premio. Mis dedos rodean tu verga, la tienes durísima y me gusta; por fin empiezas a besarme; y qué rico me besas mi amor, metiéndome tu lengua en la boca y dejando que yo la chupe a ratitos, como si fuera mi dulce favorito. Abres los ojos un instante, ves que los míos están cerrados y notas que se giran un poquito hacia arriba cuando me dedeas más fuerte. Echo mi silla hacia atrás y tú sabes que quiero mamarte la verga, así que te acomodas sentado, preparándote para verme hacer algo que deseabas desde hace tiempo. Mis labios llevan un lip gloss rosado y encierran tu glande en un apretado anillo que empieza a moverse hacia abajo y hacia arriba, cada vez más rápido, haciendo que los grandes aros de mis aretes choquen con mis mejillas. Nos miramos a los ojos mientras mi lengua da vueltas por toda la punta de tu pene. Te obedezco cuando me dices que me la coma toda. Penetras mi boca y me tomas de la coleta del pelo para empujar tu carne hasta mi ...
    ... garganta, sabes que me quejo porque me estás ahogando, pero te lo mamo tan delicioso que me obligas a permanecer ahí. Cuando por fin me liberas, tengo los ojos llorosos y algo enrojecidos por lo que me hiciste; te inclinas para besarme y yo te correspondo, sabes que en el fondo me gusta que me trates así. Me quito la blusa y el sostén, mis tetas te sorprenden por su tamaño, no esperabas que fueran así de grandecitas; mis pezones están duros y me acomodo junto a ti para que los pruebes. Tus lamidas me hacen gemir y me abro de piernas para sentarme sobre ti. Sujeto tu pene y lo froto en mis labios vaginales, impregnándolo de mi humedad. Lo acomodo al centro de mi rajita y me tomas de las nalgas, las abres para que yo me ensarte poco a poco en tu verga. Me la clavas toda y sientes el borde de mi falda moviéndose al ritmo de mi cadera que sube y baja enterrando una y otra vez tu hombría en mi vagina. Tus manos siguen sujetando mis nalgas y al poco rato encuentras mi ano, lo embarras con mi fluido, que ya tiene empapado a tu miembro y aunque trato de detenerte y te digo que no, tú me metes un dedo por atrás. Al principio me da miedo, no sé por qué, tal vez porque nadie lo había hecho; pero poco a poco voy dejando que profanes esa parte de mi cuerpo y me pregunto qué se sentirá tener tu pene ahí dentro. Lo descubro un momento después, cuando me inclinas sobre la mesa y me levantas la faldita para darme mi primera experiencia anal. Volteo a verte sobre mi hombro para pedirte que no ...