1. Ana María


    Fecha: 13/02/2018, Categorías: Primera Vez Autor: oursnoir69, Fuente: CuentoRelatos

    Después de esos días con Betsy, su hermana Ana María, de 18 años, empezó a darse cuenta de que sucedían cosas extrañas entre su hermana y yo, miradas, bromas, roces, etc., así que estuvo más al pendiente de nosotros y no nos daba espacio a quedarnos solos. Hasta parecía que ella era la mayor de las dos y no Betsy, por la forma en que nos cuidaba. Esto siguió así hasta que una tarde nos quedamos solos Ana María y yo, con lo que me encaró y me preguntó acerca de lo que pasaba entre su hermana y yo, ya que según ella no era normal como nos tratábamos. Entonces le dije que no era su asunto y que me dejara en paz. Me volteé como para salir, pero ella me detuvo y me hizo voltear nuevamente. Fue cuando me di cuenta que llevaba una falda azul de mezclilla, tan corta que más parecía un cinturón ancho que una falda, blusa a cuadros rosa con blanco y zapatos bajos de tela, sin medias ni nada más. Ella siguió preguntando acerca de su hermana, y fue tanta su insistencia que terminó cansándome de sus preguntas y la besé en la boca con gran intensidad. Al contrario de la reacción de enojo que yo esperaba respondió con tal calentura, que daba a entender que realmente no buscaba respuestas sino que la tratara igual que a su hermana. Después de ese beso le pregunté si realmente quería saber lo que pasaba con su hermana, y en voz más baja pero excitada me dijo que sí. Le dije que no le iba a contestar nada pero haría con ella lo mismo que con su hermana. Entonces seguimos besándonos y la ...
    ... empecé a tocar sobre su ropa, a lo cual mejor decidimos irnos a su cuarto, en donde más tardamos en entrar que en desaparecer la ropa que nos tapaba. De ella, muy poca, ya que no llevaba nada por debajo. ¡Vaya que tenía su plan bien definido la muchacha! Al verla ya desnuda me sorprendió lo atractivo de su cuerpo: morena, delgada, 1.58, tetas pequeñas y firmes, pezones grandes y duros, cintura muy estrecha y unas nalgas gorditas pero bien duras. Totalmente rasurada del pubis y unos labios que de carnosos se antojaban. Luego nos estuvimos acariciando desesperadamente por todos lados, hasta que me empujó a la cama, quedando boca arriba y ella se empezó a subir en mí, hasta que su boca estuvo muy cerca de mi pene, mismo que me empezó a chupar con poca destreza, pero mejorando rápidamente. Luego siguió subiendo hasta casi emparejar su cadera con la mía, mientras ya le acariciaba las nalgas y las tetas por igual, mientras que ella seguía con tal calentura que empezó a acomodar su cadera encima de la mía. Tal parecía que era una experta, ya que ni tarda ni perezosa se empezó a clavar en mí, con un movimiento rítmico de arriba hacia abajo, hasta que llegó al fondo, gritó y se quedó totalmente quieta. En ese momento sentí que algo caliente escurría de su interior. Después vería que era sangre. Me dijo que no me fijara y que la hiciera pasar un buen rato, ya que no sabíamos si se podría repetir más adelante, así que empecé a mover mi pelvis de abajo hacia arriba, tratando de llevar un solo ...
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