1. Taxista nocturna


    Fecha: 16/02/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: guisamo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y la temperatura esa noche era tropical, uno de ellos se me acercó por la espalda y se pegó a mi como una lapa, al momento noté como algo muy duro se acoplaba en mi trasero, mientras el otro, acercándose por delante, se pegó como si quisiera integrarse dentro de mi cuerpo. entre los dos muchachotes negros, la temperatura, lo caliente que yo estaba después de tanto tiempo sin follar, y el notar las vergotas, que no paraban de crecer intentando taladrar la mini, tiré las manos hacia atrás, palpando para buscar la cremallera, la cual bajé al mismo tiempo que dejaba caer mi cabeza hacia atrás, cosa que aprovecho Johnny que era el que tenía delante, para besar mi cuello, lo que hizo que mi cuerpo sintiera un escalofrío que recorrió mi columna vertebral, al mismo tiempo que mi vulva empezaba a mojar mis bragas. Cuando por fin pude sacar la polla de Roberto que era el cubano que estaba a mis espaldas, casi me caigo del susto, pues tendría veinte o veintidós centímetros, pero él me dijo, espera que me baje los pantalones y la verás en todo su esplendor, efectivamente cuando se bajó los pantalones aparecieron como por arte de magia, de tres a cinco centímetros más, me encontré con un aparato de unos veintiséis o veintiocho centímetros de longitud por unos seis centímetros de diámetro, inmediatamente me voltee y me eché sobre su vergota, empezando a lamer su hermoso cipote, el cual estaba brillante como para reventar, al mismo tiempo de su uretra aparecían gotas brillantes de ese ...
    ... líquido que sirve para suavizar y reventar a los coñitos estrechos. Mi trabajo con la verga de Roberto hizo que me olvidara por un momento de su compañero Johnny, pero hizo algo que me recordó que estaba allí también, me cogió por detrás y subiéndome la mini hasta la cintura, empezó a lamerme el coño por encima de mis braguitas, aquello hizo que automáticamente, intentara meter más profundamente la polla de Roberto en mi garganta, pero siempre me faltaban unos diez centímetros más o menos. entonces Johnny apartó mis braguitas y su larga lengua empezó a entrar en mi coño, los jugos impregnaron su cara, y estuvo un buen rato comiéndome el coño a conciencia, cuando el creyó oportuno se puso de pie, y sacando su vergajo empezó a pasarme su cipotazo por la puerta,….. Dios mío,….. aquello me estaba matando de gusto, de vez en cuando intentaba meter su cipotazo dentro, pero, aunque empujaba y mi coño se abría intentando que aquello entrara, no podía, entonces Roberto dijo déjame a mí que la tengo más fina…….QUE? aquella afirmación hizo que me girase y ……….. DIOS MÍO, casi me caigo del susto. Johnny era dueño de un pollón tamaño caballo, tendría unos treinta y dos centímetros de larga por ocho centímetros de diámetro, yo le dije que aquello no me entraría, pero ellos me dijeron que habían pagado y querían su compensación. Johnny se sentó en una silla y me dijo que se la mamara, intenté que me entrara, pero solo podía darle lametones a lo largo de su verga, e intentar comerle los huevazos ...
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