1. Móviles


    Fecha: 20/02/2018, Categorías: Dominación Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos

    ... nada más Señora. Digo a Laura que tengo que hacer unas llamadas y vuelve rápidamente a su mesa, respirando de alivio. Tomo entonces conciencia de la vergüenza, el ridículo que he sentido, manteniendo la compostura, las formas sabiéndome expuesto a ser descubierto. - Segunda foto recibida - dice un nuevo mensaje de Usted -. Creo que esta me gusta más, mmmmm. Hace que la polla se ponga dura, que me esté totalmente entregado a sus deseos. - ¿Te gustaría escribirle tú? - Señora, es muy arriesgado, puede darse cuenta y sería todo un apuro. - Pues ella lo está pidiendo - responde -, además que parece realmente interesada. No para de hacer preguntas y pedir alguna foto más. Depende de ti y de ella. Le he dicho que esto es un intercambio: más foto por más fotos suyas. Tranquilo que no verá nada que te delate - se adelanta una vez más a lo que estoy pensando -. Al menos de momento. - Lo dejo en sus manos Señora. Es tanta la tranquilidad que me da que no me preocupa ya nada, salvo complacerla en cuanto desee. - Bien, eso quería oír. Responde a cuanto te pregunte, nada de cosas personales ni que puedan darle una pista de quien, para quién ni de lo que eres, aún no toca. Y recuerda que no puedes recibir ninguna orden ni petición de ella. Agrégala también. Y antes de que me dé cuenta estoy hablando con mi compañera, tratando temas imposibles, sobre lo que le ha gustado la foto que le ha enviado Señora, sobre qué se siente en la condición en la que estoy, si llevo puesta la pulsera, que ...
    ... por qué lo hago. En fin cosas interminables y humillantes. Pero que denotaban cuánto le gusta tratarlo. Hasta que dice que está caliente, que no pensaba que trabajar pudiera ser tan placentero. En ese momento mi perfil empieza a escribir solo. Y recuerdo en ese momento que tiene usted la contraseña. Leo cómo le dice, como si fuera yo, que también estoy igual, salido, que si puedo pedirle a usted que me envié la foto que le ha enviado. Laura dice que sí, que no se atreve a pedirle seguir hablando con usted y saber qué se siente en mi lugar. Dar unos primeros pasos, que le tiene ardiendo hablar de estos temas sin tapujos. Le dice, por mí, que si quiere hablo con Usted sobre el tema y Laura da las gracias anticipadas. Terminamos la conversación y me escribe en mi propio perfil. - Espera hasta que te diga algo. Es la hora de comer. Cuando le digo que la hora que es y que debería ir a comer, me responde diciéndome que vaya y que comerá con Laura, que no vuelva antes de una hora. Salgo nervioso, con temor de que le diga quién soy, lo que soy y de quién. Casi no pruebo bocado, pensando en lo que pueden haber estado ese rato. Es casi la hora de volver. Salgo rápido y cuando entro esta todo normal, como tantos otros días. Me dirigí al despacho y empiezan a entrar los mensajes sin cesar. Me dice lo bien que lo ha pasado, que por la noche seguirá hablando con ella, quién sabe. - Le he enviado una foto tuya, casi se te ve todo. Así se irá familiarizando, por si acaso. Y las suyas ffffsss, ...