1. Ella re zarpada y yo virgen... (Segunda parte)


    Fecha: 26/02/2018, Categorías: Sexo Oral Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    Nada fue igual para mí desde que apareció Denis. No había paz ni en el colegio, ni en mi cabeza, y pronto tampoco en mis sueños, donde se me aparecía para pedirme su bombacha, la que nunca le devolví. Sabía que no era una chica con la que me pondría de novio ni nada de eso. Pero con solo saber que estaba cerca de mí, la pija se me paraba sin control. Luego de lo que pasó en casa, estuvo unos días haciéndose la otra, la que ni me fichaba en el cole, la que se franeleava con todos los pibes y, por ahí se me venía al humo para apretarme el pito y salir corriendo. Me gustaba ver cómo fregaba su colita por los bultos de los guachos, y cómo los dejaba con las ganas. Era bien escurridiza la pendeja! Pero una mañana, se me tiró encima para pedirme que la ayude a caminar hasta el baño porque se sentía mareada, que veía borroso y tenía mucho calor. Lo hice, y en cuanto abrí el grifo para que se moje la cara me empujó contra la mesada, me comió la boca, bajó mi pantalón de un tirón y me pajeó unos segundos, hasta que prefirió lamer mi pija que ya se me había parado apenas se me regaló en la galería. Después se la metió en la boca y succionó un rato agarrada de mis caderas, y cuando se la sacó para decirme: ¡acabame en la boca!, se la volvió a meter para dejármela sequita, limpia y lustrosa. Se tragó todo mi semen, y yo no podía recuperar el equilibrio, mientras ella se iba con las mejillas coloradas y sonrientes. Durante una semana ni nos hablamos. Pero pronto, volvió a citarme al ...
    ... baño, y esa vez me esperaba arrodillada en el último cubículo, con las tetas al aire y el pelo suelto. Me encantó que me la muerda encima del bóxer y que me huela con tanta desesperación. De nuevo se tragó mi leche, y además me dejó tocarle las gomas mientras me la mamaba sin gemir. Si hasta parecía que no respiraba! No lograba concentrarme. Tenía bocha de cosas para hacer de la escuela, y solo pensaba en cómo hacer para cogerla. Se lo conté todo a mi profe de guitarra, que de a poco se convirtió en un amigo, de esos que necesitaba. No podía contar con la opiñón de los pibes de mi edad, por más que, a lo mejor ya se la habían volteado. Justamente él me aconsejó que podíamos ratearnos del cole y refugiarnos en mi casa, donde por la mañana no había nadie. En la suya era imposible porque tiene varios hermanitos. Pero antes, me regaló otro pete, esta vez en el baño de varones. Ella me siguió en la hora de plástica, y entró mientras yo terminaba de mear. Se hincó, se sacó la bombacha por debajo de la pollerita y dijo: ¡damela en la boquita ahora nenito! Y no pude no hacerle caso. Me la empezó a chupar con mucha saliva, mientras hacía pichí y se apretaba las tetas. Eso me empaló y, creo que yo le cogía la boca a ella. Esa vuelta sí que gemía, ne la mordía y hasta se metió mis huevos en la boca. Cuando terminé en sus manos me mostró cómo se ponía la bombacha y desapareció, como siempre. A esto hay que sumarle los mensajitos que me enviaba al celu, y las fotitos por whatsapp. En casi ...
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