1. Ana y el casero de la casa quinta


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Sexo en Grupo Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Ana y el casero de la casa quintaApenas unos meses después de casarnos llegó el verano y no teníamos demasiado dinero para vacacionar en la playa; así que decidimos alquilar por unos pocos días una quinta en las afueras.Al llegar al lugar nos encontramos con una desagradable sorpresa: maleza por todos los rincones, paredes despintadas, habitaciones con humedad y la pileta sucia y vacía.Increpé al casero de malas maneras, pero era un tipo de ojos duros y no pareció intimidarse para nada. Se llamaba Pedro; me miró de manera displicente diciendo:“No hubo tiempo de hacer los últimos arreglos. Pero terminaremos esta misma noche”Me hablaba a mí, pero su mirada estaba dirigida a Anita; se la comía con los ojos…Pero mi esposa miraba hacia el fondo, donde había dos hombres jóvenes cortando maleza alta. Estaban en cueros, sus cuerpos transpirando al sol…“Usted se va a encargar de reacondicionar la pileta?. Insistí con cara de enojo.“Le informaron mal, mi amigo, este año no hay pileta; la bomba está rota” Respondió.Amenacé con suspender todo e irnos de allí, pero entonces Pedro dijo que la pileta podía llenarse con una bomba manual. Pero debía hacerlo yo mismo, ya que la casa se había alquilado sin pileta, lo cual era una mentira absoluta…Iba a abrir la boca para protestar y seguir discutiendo, pero Ana intervino y me pudo convencer de quedarnos; al menos por una noche, para ver si algo mejoraba después.Giró para mirar al casero y los dos hombres en cueros. Las curvas perfectas se le ...
    ... dibujaban bajo el jean apretado y no pude evitar imaginármela en la cama boca abajo con un almohadón bajo su estómago, toda su firme y redonda cola a mi merced...El casero regresó con los dos hombres, a quienes presentó como el Burro y el Indio…Eran dos tipos jóvenes, musculosos, de mirada torva, que devoraron a mi esposa con los ojos… aunque me pareció ver que Anita también hacía lo mismo.Fue cuando seguí su mirada que me detuve en el tremendo bulto que portaba el Burro dentro de sus pantalones. Ahora podía entender el significado de su apodo…“Cuando Usted quiera, puede empezar a bombear” Dijo Pedro sin quitar la vista del trasero de Anita.A esta altura yo había juntado tanta bronca que finalmente lo obedecí sin cambiarme de ropa. Vi que Pedro tomaba a mi esposa de la cintura al tiempo que le decía:“Venga que le muestro el interior de la casa, señora” Mientras se alejaban de allí.Yo me acerqué a la bomba de agua, conecté una manguera y comencé a bombear dentro de la pileta.Mientras el Indio y el Burro retomaban el trabajo de desmalezado, vi a Anita y Pedro entrar a la casa.Unos minutos después reapareció el hombre solo y se dirigió hacia nuestro auto, de donde retiró una de las valijas de Anita. Lo intercepté para preguntarle qué pasaba, pero respondió que mi esposa quería cambiarse para estar más cómoda…Me ordenó que siguiera trabajando con la bomba y regresó al interior de la casa.Media hora después reapareció Anita. Se había puesto una de sus bikinis más diminutas y ahora ...
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