1. MARIANA


    Fecha: 09/03/2018, Categorías: Primera Vez Autor: guajiro2002, Fuente: xHamster

    MarianaHacía tiempo que mi esposa y yo nos habíamos divorciado,luego de la separación me fui a vivir al exterior. En aquel entonces, mi hijaMariana, tenía tan solo 8 añitos.Las diferencias que tuvimos con la madre, hizo que nosdistanciáramos un poco, pero cuando pude enviarle dinero para comprarse un pccomo regalo de 15, nuestro contacto recomenzó.Chateábamos a diario y gracias a la webcam podíamos vernos yasí disfrutar más las charlas.Ya que había salvado el año con buenas notas, la invité apasar sus vacaciones conmigo, la madre al principio no estuvo de acuerdo, peroella no podía ser rehén de la situación así que la dejo venir.Cuando nos encontramos en el aeropuerto, me fue difícilreconocerla, ya no era más aquella niña con trenzas color chocolate, ya era todauna mujercita, con un cuerpo espectacular, que pasaba por una modelo más derevista.El reencuentro había sido muy emotivo, nos abrazamos ycaminos hacia el coche.Durante el trayecto a mi casa, fuimos charlando y mostrándoleun poco la ciudad, yo vivía en un piso céntrico, pero me había podido compraruna casa cerca del mar en un balneario y para allí nos dirigimos ya que tambiényo estaba de vacaciones y quería disfrutar a pleno la estadía de mi niña.El primer día tratamos de conversar sobre todo lo vivido enestos años de separación, mi vida en este país tan hermoso, y también sobreella.De noche fuimos a cenar a un restaurante muy bonito que tieneuna vista al mar hermosísima y luego nos fuimos a caminar por la arena, ya ...
    ... quela noche invitaba a ello.A la mañana siguiente, desayunamos y luego nos fuimos a laplaya, al ver Mariana que la mayoría de las mujeres no usaban la parte de arribadel traje de baño, ella se lo quito sin ningún pudor, dejando a la vista unospechos hermosos, redondos, como frutas jugosas.Dicho espectáculo provocó en mi una erección difícil dedisimular, así que decidí ir al agua para refrescarme.Al rato Mariana estaba a mi lado, nadando y pidiéndome que lasubiera a mis hombros y la tirara al agua, como cuando era niña. Primero merehusé, pero tras su insistencia, accedí a su pedido.Cada vez que sentía el calor de su entrepierna en mi nuca, meimaginaba saboreando esos jugos, acariciando ese cuerpo y a la vez rechazabadichos pensamientos i****tuosos.Luego de un rato de jugar en el agua, nos tumbamos en laarena a tomar sol. Mariana se acostó de espalda, mostrando esos pechos, cualmontañas para ser escaladas con la lengua, y yo sin poder dejar de admirarla.Papá me pondrías bronceador en el cuerpo, ya que el solquema mucho.La pregunta que nunca quise oír, llegó a mis oídos.Mariana, no seas vaga, ponetelo vos, no sé bien como eseso.Dale papi, te untas las manos y me lo pasas por todo elcuerpo cuidando que no quede ningún centímetro sin protección.Ok, dame el bronceador.Mis manos acariciaban esa piel suave, tersa, deliciosa, alllegar a sus senos no pude dejar de dibujar con mis dedos sus pezones y desearbesarlos, ella con sus ojos cerrados parecía disfrutar de mis caricias.Ya esta mi ...
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