1. Con pausas y sin prisa, cogimos 6 veces con Luisa.


    Fecha: 10/03/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Es un mito de que las mujeres quieren amor y los hombres solo sexo. Luisa es muy bonita, de buena estatura, 1,74 mts, cuerpo con todo en su justa medida, rostro agraciado, expresivos ojos color miel y cabello renegrido largo a la cintura. Ambos andamos por los primeros 30 años. Trabajamos en la misma empresa, está casada y nunca me había dado muestras de, siquiera, estar interesada en una relación, conmigo. Sonó el teléfono de mi escritorio: -Carlos, sé que tu esposa y tus hijos están fuera de la ciudad, mi marido, también, viajó a Brasil y tengo el auto en reparación. Si me llevas a casa, te invito a cenar ¿Dale?- La verdad no me lo esperaba. Pensé que se trataba de una broma, me quedé callado y perplejo. -Dale, te oí decir que te “embola” estar solo en tu casa sin ni siquiera una mascota para cuidar y tener que prepararte la comida. A mi también no e gusta cenar sola ………..– La esperé, en el auto, a una distancia prudencial de la oficina como resguardo de posibles miradas indiscretas. Me saludó con un besito en la mejilla y su escote dejándome apreciar una generosa porción de su lindo par de tetas. Mi mirada golosa no le pasó desapercibida, tampoco el abultarse de mi pantalón. Con fingida naturalidad comentó: -Qué bueno, Carlos, que aceptaste ….. en duo ….. es más fácil …. combatir el aburrimiento. - Llegamos a su edificio, hablando de generalidades. Ella descendió a la entrada y subió. Yo llevé el auto a un estacionamiento cercano, me abrió con el portero eléctrico y ...
    ... subí. Ni bien cerró la puerta de entrada del departamento, nos quedamos mirando, sonreímos. Alcancé a susurrar: -Estás preciosa, Luisa,…..- Puso sus brazos alrededor de mi cuello y nos besamos como si fuera algo habitual, no la primera vez. No tardaron las lenguas en “enroscarse”, mis manos bajar de su cintura a sus nalgas y mi verga tensarse. No podía no sentirla: -¡Cómo estamos, ehhh!- Después de un nuevo beso intenso, agregó: -Te invité a cenar …. pero creo que eso puede esperar …. vení vamos a ponernos cómodos – y me llevó, de la mano, al dormitorio matrimonial. Una vez al lado de la cama, blanqueó: -Te voy a ser sincera, no estoy pasando un buen momento con Gastón, no tenemos sexo hace tiempo y tengo unas ganas locas de coger, sin compromiso, no quiero que imagines que deseo algo más. Me pareces, desde mucho, atractivo. Por eso te invité al enterarme que estaríamos los dos solos, unos días. – -Lo bien que hiciste, estás deliciosa. Convenido, sólo complacernos, sin pretensiones de futuro - Nuevos besos desaforados y nos fuimos desnudando recíprocamente. Cuando mi verga quedó libre del slip, se agachó, con sus ojos en mis ojos y sonrisa a flor de labios: -¡Humm, que buen garrote tenés!!!.... permisoooo – se la introdujo en la boca y se aplicó a comenzar una estupenda mamada. Me encantó pero la dejé hacer sólo un breve lapso de tiempo. La obligué a tumbarse en el colchón, le quité la bombacha, y le devolví la gentileza oral que me había dispensado. Mi lengua le arrancó un ...
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