1. Mi historia


    Fecha: 11/03/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La historia que les voy a relatar sucedió hace unas semanas atrás, de solo recordar lo sucedido me pongo tan duro como aquel día. Mi nombre es Jaime, tengo 25 años, de contextura delgada, alto y de buena apariencia, mi esposa se llama Ana y llevamos casados 5 años. Ella también es delgada y alta, casi de mi tamaño, cerca de 1.85 cms. Es morena, con unas piernas largas y perfectas, un culito bien paradito y duro, y unas tetas pequeñas pero bien redonditas y paraditas, a mi me encantan, tiene los pezones marroncitos y pequeños. Su conchita la mantiene siempre rasurada, ya que sabe que me encanta de esa forma. Yo siempre he tenido la fantasía de ver a mi esposa con otro hombre, de compartirla en un trío o con otra pareja, o de verla con otra mujer mientras yo me la estoy follando a las dos. Siempre me ha gustado ver pelas porno, leer relatos y todo ese tipo de cosas, me considero una persona súper abierta en lo que al sexo se refiere. Mi esposa es lo contrario, súper recatada, nunca le gustaron los juegos, y cuando le mencionaba lo del intercambio me hacia todo un mundo de problemas. Pero el año pasado fueron cambiando las cosas, empezamos a juguetear y fantasear en la cama, pero nunca con algún indicio que me hiciera pensar que mis fantasías se realizarían algún día. La semana pasada decidimos invitar a su amiga Giovanna y su esposo a pasar el fin de semana con nosotros en nuestra casa de campo en las afueras de Lima. Salimos el sábado muy temprano y una vez que llegamos allá, ...
    ... Alfonso, el esposo de Giovanna recibió una llamada de la Clínica donde trabaja y nos dijo que se tendría que ir de guardia hasta el domingo en la tarde. Bueno nosotros empezamos a arreglar la casa mientras ellos se despedían. Ya en la piscina, bajo Giovanna con una de las tangas que suele usar y que me ponen a mil. Yo siempre le he tenido un hambre de sexo total, ya que esta mas buena que el pan. Es una rubia alta, de tetas grandes y redondas, un culito buenazo, pero en ese aspecto mi esposa le gana, una cara muy bonita y coqueta como cualquiera. Ya he llegado a verle las tetas en una ocasión que me puse a espiarla hace unos años y me quede mas duro que nunca, no llegue a ver bien pero de solo ver el contorno de aquellos mangos me puse a mil. En la piscina empezamos a tomar cervezas sin parar, mi esposa bajo unos bocaditos y luego nos metimos a la piscina a refrescarnos. Era un día genial y se torno mejor aun, cuando mi esposa le sugirió a Giova hacer topless, mire a mi esposa con una cara de sorprendido y ella me guiño el ojo con picardía. Giova acepto y procedió a quitarse la telita que le tapaba esos mangos tan ricos, Ana, mi esposa hizo lo mismo y las dos quedaron con las tetas completamente al aire. Yo me puse a mil, no lo podía creer y mi esposa lo sabia, no dejaba de mirar como mi pene adquiría un gran tamaño bajo mi ropa de baño. Ellas siguieron de lo mas normal y me bromeaban para que les pusiera bronceador y luego se reían. Seguimos con la tomadera de cerveza hasta ...
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