De niña puta a abuela pervertida
Fecha: 06/09/2023,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Veronicca, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
La historia de una mujer en la que a lo largo de su vida, el sexo fue siempre algo natural y con el que sigue conviviendo a su edad madura..
Con este relato llego al número 100 de mi trayectoria, quizás unos mejores y otros peores, pero todos muy seguidos con una gran aceptación, y para celebrarlo con todos vosotros, que sois los que habéis hecho posible que haya llegado hasta aquí, es precisamente uno de los relatos escritos a petición de uno de vosotros, que como muchos otros, que se han puesto en contacto conmigo para compartir sus experiencias, pedirme consejo o para que cuente sus vidas plasmándolas en algún relato.
Este trata sobre la vida de una señora mayor, que me ha escrito para que os la cuente a todos vosotros, con muchas de sus vivencias, y que seguro os gustará conocer todos esos detalles, y aunque ella, en su momento, lo veía como algo normal, para muchos de vosotros será algo extraordinario, y desde luego morboso y excitante, y esta es su historia:
“”Yo nací en un pequeño pueblo del interior de Argentina, en donde en esos años, no había mucha distracciones ni muchas otras cosas que hacer, que estar en la calle todo el día, compartiendo andanzas y travesuras con otros niños de nuestra edad o más mayores.
Tenía un hermano 3 años mayor que yo, con el que compartía todo, porque nuestros padres no se ocupaban mucho de nosotros, y desde bien pequeños empezábamos a aprender todas las cosas de la vida, sin muchas más enseñanzas que nuestras propias ...
... observaciones y experiencias.
Nuestros padres no se preocupaban mucho de ocultarse de nosotros cuando tenían sexo, y aunque fuera en su habitación, siendo bien pequeña, mi hermano siempre me llamaba para que les espiáramos y así fue como a esa corta edad empecé a tener las primeras sensaciones placenteras en mi vagina viendo como mi padre se montaba encima de mi madre y se movía metiendo su pene entre sus piernas, mientras los dos gritaban y gemían de placer, viendo también en otras ocasiones, como mi padre se la metía en la boca de ella, que la chupaba como si fuera el caramelo más rico del mundo y así como todas esas posturas y variantes que los niños de ahora empiezan a ver también en el porno de internet.
Viendo todas esas escenas no aptas para unos niños como nosotros, a mi lado, mi hermano se sacaba su pequeño pene (si lo comparaba con el de mi padre), pero todo tieso, tocándoselo mientras mirábamos, por lo que yo empecé a imitarle, poniendo mi mano entre mis piernas, tocándome la rajita arriba y abajo con mis dedos, sintiendo como mi vagina se mojaba como si me estuviera meando y dándome cada vez más placer con mis dedos frotándola cada vez más fuerte.
En ocasiones posteriores, mi curiosidad me llevó a tocar yo también el pene de mi hermano mientras mirábamos y él mi vagina, masturbándonos mutuamente sin saber lo que era eso realmente, sino simplemente dejándonos guiar por nuestro instinto que en los momentos de máxima excitación hacía que intentáramos imitar en ...