1. El Mecanico Ardiente


    Fecha: 13/03/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cheves, le digo: "pues si quieres yo te hago el paro, puedo ser una putita en este momento y darte una mamada". Acto seguido, se baja el pantalón, y sale a la vista una rica verga, de unos 18cm, no era gigante, era grande, respetable, pero lo que más me gustaba es que era gruesa, bien gorda, como las vergas que me encantan, esas que te abren completamente el culo, y se quedan adheridas a ti. Y me dice: "aquí está puto, mámamela toda, y rápido, porque ya no tardan en llegar mis compas" amigos). No me dijo dos veces, me arrodillé, y agarré la verga sudada de ese hombre que estaba bañado en sudor, pero que era lo que lo hacía verse sexy precisamente, más macho, un hombre en toda la extensión de la palabra, rendido ante su calentura, no era gay, era un hombre, guapo, caliente, sudado, con barba de tres días, pero sobre todo dispuesto y con una rica verga que me comería en ese instante. Le bajé más el pantalón, agarré sus huevos peludos, y le empecé a lamer la cabeza de ese rico pito, él gemía, me decía obscenidades: "trágatela toda puto, chúpame los huevos" yo estaba extasiado, el sabor de su verga era único, delicioso, con sabor a hombre, y lo que más me gustaba es que derramaba mucho precum, me metía su miembro hasta donde más podía, mientras le acariciaba esos ricos huevos, recorría su verga desde la base hasta la cabeza, le lamía sus ricos huevos y me volvía a subir a su cabecita, y cuando me separaba de ella, quedaba colgando de mi boca un hilo de líquido preseminal ...
    ... delicioso, él empezó a ponerse tenso, mientras con sus manos agarraba mi cabeza, y me metía su pito hasta el fondo de la garganta, de repente pegó un gemido fuerte, derramó en mi boca una gran cantidad de mecos calientes, mientras que yo le acariciaba y apretaba sus huevos, y él me decía: "así mamacita trágate toda mi leche, toda putita, qué rico te la comes" sus mecos estaban deliciosos, porque hay de mecos a mecos, y los de él eran una delicia, no daban asco, al contrario, quería más, quería otra dosis, pero esta vez dentro de mi culo. Yo me quedé súper caliente, y le dije cuando se estaba cambiando: "qué onda, no te animas a darme una culeada? te va a gustar mi culito". Él me dijo: "mira yo no soy puto, si quieres que te meta la verga, te va a costar una feria". Me puse a pensar, me preguntaba si valía la pena pagar y llegué a la conclusión que él era un hombre, un macho, y que si quería sexo gratis mejor me fuera a un antro a buscar gays, pero yo no quería un gay. En ese momento quería un hombre que me tratara como a una vieja, como a una de sus putas, no como a un gay. Para no hacer largo esto, nos pusimos de acuerdo, me dijo que le diera $500 pesos, un doce de cervezas, y dos cajetillas de cigarros, (créanme que valía más que eso), me dijo que a las 9.00 de la noche estaría solo, y que volviera, que él tenía un cuartito donde dormía, pero que no había refrigeración, y que la oficina se quedaba cerrada. Por un momento pensé llevármelo a mi departamento, pero se me hizo más ...