1. Asombrado


    Fecha: 16/03/2018, Categorías: Sexo Duro Tabú Autor: JUAN_LEON, Fuente: xHamster

    ... periódicamente, ¿de acuerdo? La semana que viene nos vemos a la misma hora, no me falléis. Ahora vestiros pronto y salid de aquí que mi hermano está a punto de llegar y no quiero que nos encuentre en plena faena.Por mi parte, me retiré sigilosamente a mi despacho y mantuve la luz apagada hasta que escuche el agua de la ducha y simulé que llegaba. -Hola hermana, ¿cómo fue la tarde?, ¿al fin diste las clases?Ella contestó desde la ducha: -Si, ahora hablamos que me estoy duchando.Al poco rato, salió del baño envuelta en su albornoz, estaba radiante, muy guapa y sexy, con una larga y bonita melena que le llegaba hasta la cintura. Me acerque para darle un beso y descubrí lo bien que olía, a rosas y almendras; aproveché para tocarle ligeramente el culo y de paso desabrochar el albornoz, pero ella me repicó: -¿Qué haces imbécil? No ves que me acabo de duchar y no llevo nada debajo. -Ya lo veo, ya. También se que esta tarde lo has pasado muy bien dando clases. -¿A qué coño te refieres? -A que te has pasado la tarde follando, el dolor a sexo se corta en el ambiente. -No digas tonterías, hemos sudado porque hace mucho calor. -¿Y por qué jadeabas y gemías como una perra en celo? ¿No te da vergüenza, puta? -Mira, a mis 25 años puedo disfrutar de la vida y el sexo como me parezca, no eres tu quien para juzgar lo que hago o dejo de hacer. Si tengo ganas de montármelo con dos tíos, lo hago y punto. ¿Lo entiendes? -Desde luego que lo entiendo. Pero me jode que seas tan puta y descarada con ...
    ... los demás y quieras echar un polvo conmigo. -Una mierda, eres mi hermano y además el novio de mi mejor amiga, ¿crees que podría follarte en tales condiciones? -Claro que sí, viendo lo que acabas de hacer esta tarde, tu pasión por el sexo no conoce límites, ni moral alguna. -Déjame en paz. No pienso follar contigo.La discusión había terminado, al menos por ahora, pues no estaba dispuesto a renunciar a follar con una ninfómana con la que compartía además de piso, vínculos de sangre. Después de cenar, aguardé hasta pasada la media noche viendo la tele. Cuando creí que se había dormido, me dirigí con cautela hacia su habitación, abrí la puerta y allí estaba ella, tumbada y profundamente dormida. Me acerque a su cama y con mucho cuidado la destapé, quedado su cuerpo semidesnudo, pues el calor hacía que durmiese solo con un pequeño pantalón ancho que apenas le cubría sus partes más íntimas. La holgura de aquella prenda no presentó dificultad alguna para introducir lentamente mi mano hacía su coño, a la vez que mi hermana hacia ademán de despertarse, por suerte, se movió un poco pero continuó durmiendo.Introduje un dedo en su vagina, bastante dilatada, y empecé a moverlo. Era una sensación de placer increíble, por el morbo que despertaba en mi estar masturbando a mi propia hermana. En esto que ella abrió los ojos y complaciente me dijo: -Méteme otro por favor, me encanta lo que me estás haciendo. No sé porque, pero sabía que vendrías a acostarte conmigo. Eres un salido. Cómeme el ...