1. Encuentros con Sofía - (Cap. 3)


    Fecha: 17/03/2018, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... imaginado unas horas antes, talvez solo en mis sueños húmedos, pero estos jamás se compararían a lo que estábamos viviendo. Sofía sabía que la hora había llegado, y me dijo —Hazlo despacio Y puse mi miembro sobre la entrada de su vagina. Y a pesar que estaba completamente mojada, me costaba entrar en ella, tal vez por los nervios, o tal vez porque era ella. Hasta que por fin encontré como penetrar la entrada prohibida. Y la cabeza de mi miembro empezó a abrirse camino, Sofía gemía de placer y ver su sudado cuerpo a mi disposición me excitaba más, estaba a punto de explotar, y no entraba todavía. Me aguanté como pude, y empujé un poco más, un gemido de dolor me hizo detenerme, y salí de ella, para luego volver a entrar y empujar un poco más que la vez anterior. Y empecé a entrar y salir hasta que sentí que topaba mis testículos con su entrepierna. Me mantuve en esa posición un momento mientras veía que Sofía como que no podía dar crédito a lo que sentía. Y saqué mi miembro suavemente, salió todo mojado de ella. —¿Que haces? ¿Porque te sales? Me preguntó entre suspiros y convulsiones En eso volví a entrar hasta el tope, y a salir en una serie de movimientos cada vez más rápidos. Yo no soportaba más, y Sofía más desinhibida gritaba de placer, mientras blanqueaba los ojos, se mordía la ...
    ... boca, se jalaba el cabello, se acariciaba ella mismo, se sostenía de las cobijas y ya ni sabía que hacer para soportar tanto placer. En eso yo sentí qué ya no aguantaría más, así qué penetré en ella lo más que pude y allí me recosté sobre ella y empecé a besarla en la boca, mientras sentía que explotaba dentro de ella a más no poder. Sofía me abrazaba y besaba, mientras con sus piernas me atrapaba las piernas y gritaba que me amaba. Pronto los dos llegamos al clímax, y nuestros cuerpos se retorcían y convulsionaban hasta dejar nuestros sudados cuerpos sueltos sin fuerzas, yo quedé tumbado encima de ella. Nuestras respiraciones denotaban la falta de respiración que teníamos. —Salte de mí, despacio mí vida —¿Qué pasó, te lastimé? —Hace tanto tiempo que no tenía relaciones que creo que me arde todo por dentro, me encantas mi vida, dame tiempo para irme acostumbrando y tomar tu ritmo, pero sobre todo para qué mí vagina se vaya acostumbrando a su nuevo dueño, me dijo —Te amo Sofía, le dije mientras la besaba —Te amo también Andrew Y allí nos quedamos abrazados, satisfechos, sudados, cansados pero felices de ser una pareja de amantes. Exhaustos nos dormimos hasta el otro día, allí empezaba nuestra nueva vida, como amantes dentro de la casa y como madre e hijo a la vista de todos fuera de la casa. 
«12...5678»