1. Castigando a mi hermanastra 2


    Fecha: 30/12/2023, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Pija gorda, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Me metí a la ducha con ella, le ayudé a tallar su delicioso cuerpo y dejarla bien limpia para volverla a usar, tenía muchos planes en mente. Al terminar la larga ducha de agua caliente la llevé a cenar, la traté con dulzura como siempre lo hacía, quería que volviera a estar tranquila antes de la gran tormenta que le haría caer. La dejé ir de nuevo a su habitación como si la fuera a dejar dormir. Aproveché para de mi cuarto tomar un bote de lubricante con lidocaína y un plug anal, me desnudé por completo y me dirigí al cuarto de mi hermanita. Entré sin tocar y encendí la luz saludandola:
    -Hola mi putita, quitate la pijama rápido. -Su carita adormilada la hacía ver tan tierna. Pestañeando mucho para acostumbrarse a la luz obedeció.
    -Tumbate en la cama, boca arriba. -Dejando las cosas en la cama tome una almohada alta y la coloqué bajo ella a la altura de su espalda baja cerca de sus nalgas, subí y me coloqué entre sus piernas. Viéndome con esos lindísimos ojos que muchas veces usó antes para convencerme de cumplir sus caprichos me pidió:
    -Por favor hermanito, ya no me hagas nada, ya no volveré a hacer nada de eso y voy a ser muy linda contigo siempre. 
    -¿Quieres que te haga tragar verga de nuevo? ¿Quieres que te calle así?
    Su carita cambió a miedo y negó con la cabeza. Cambié de opinión y mejor me senté y la jalé para ponerla a horcadajas sobre mí como cabalgandome, mi polla reaccionó al sentir la piel de su coñito rozarme, se endurecía de a poco, mientras masajeba las ...
    ... tetitas de Ana, su carita roja de vergüenza estaba girada de lado, no quería verme y yo disfrutaba tomándola por la cintura y hacerla menear sobre mi pija, magreando sus nalgas y darles suaves nalgadas de vez en vez. Comencé a besar y chupar su cuello con delicadeza, Ana empezó a gemir y restregarse sola conmigo, como gatita en celo; me llene de saliva el dedo medió e inicié acariciando su pequeño ano, por todo el exterior, suave, en círculos. Ella brincó asustada y volteo hacia atrás y luego me vió con miedo, tartamudeando me preguntó:
    -¿Qué haces Demian?
    -Preparandontu culito para follarmelo ¿O prefieres que te la meta así sin más de una y sin piedad? -Le contesté serio, ella abrió muchísimo sus ojos y me contestó:
    -Hermanito, por ahí me va doler mucho. -Se notaba que quería llorar y se estaba aguantando por las amenazas que antes le había hecho.
    -Bien que estabas de zorra ofrecida con el pendejete ese. -Le hundí el dedo en el culo y ella gimió por la pequeña punzada de incomodidad. -Le pusiste el culito a su disposición, así te quiero conmigo. -la follaba con el dedo en el culo, ella intentaba moverse para sacarlo y lo logró, le dí una nalgada fuerte, tomé lubricante, se lo embarré directo en su culito, y metiendo dentro de su ano con el dedo, Ana me hacía pucheritos sintiendo como invadía su cavidad, a los minutos metí otro dedo, ella se movía al compas de mis dedos, sentía su coñito mojado, que putita le encantaba, mi polla ya bien dura buscaba entrada, sus pechitos ...
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