Nueva en el sexo - Relatos Eróticos

Nueva en el sexo

Como había contado antes, yo no había tenido relaciones hasta que mi novio Samuel me puso a chupar su pene aprovechando que estabamos solos y luego me cogió duro, lo digo así porque realmente me dolió.
Todo el fin de semana no lo vi ni contesté sus mensajes, me sentía un poco herida de cómo me había tratado. El lunes en el salón de clases lo ignoré por completo y a la hora de receso me escondía para no toparme con él, mis amigas no preguntaron, simplemente asumieron que habíamos discutido. Las últimas horas tocaba taller, pero un prefecto nos avisó que el maestro no vendría pues estaba enfermo, me encargó la llave del salón para guardar ahí las máscaras que había pedido de tarea y así nadie hiciera trampa de entregarla después, siempre me ponían cargos así pues desde que entramos soy las alumnas de confianza.
Al llegar al salón lo abrí y también la pequeña bodega que está al fondo, poco a poco mis compañeros llegaron para entregar sus máscaras y yo las iba guardando en el colegio, identifiqué que un amigo de Samuel entregó la suya y la de él, pues reconocí el trabajo que hicimos juntos el viernes, me sentí aliviada pues eso significaba que no lo vería, después de acomodarlas bien estaba cerrando la bodega cuando escuché la puerta del salón cerrarse con seguro, voltee y ahí estaba Samuel.
-¿Crees que haciendo tus berrinchitos ganas algo?
Sonaba molesto, pero decidí no dejarme.
-Sabes perfectamente que lo que hiciste no estuvo bien.
-No te hagas la ofendida, te di lo que ...

... a todas les encanta, y tú no eres diferente, me la chupaste gustosa, te tragaste mis mecos, los saboreaste y te encantó como te cogí, no te hagas, gemias como puta y después decides tratarme como pendejo e ignorarme.
Lo notaba enojado, me sentí intimidada pues es muy alto y fuerte.
-Ya vete, después hablamos, tengo que cerrar el salón y entregar la llave, si me tardo el prefecto Juan vendra a buscarme.
-El prefecto me pidió decirte que le entregaras la llave mañana porque tuvo que irse. Y el viernes te dije, que me perteneces y te voy a coger cuando quiera y ahorita quiero.
Se abalanzó sobre mí, me tomó de la cintura y pegándome a él comenzó a besarme. Yo me resistía pero no me podía apartar de él.
Me arrebató la llave y tomándome de la muñeca no me dejaba ir, abrió la bodega y me obligó a entrar, cerrandola por dentro encendió la luz y comenzó a quitarse el pantalón, luego todo lo demás, se acercó a mi y levantándome la falda me bajó las bragas, me subió la blusa dejándome en sostén, por más que yo me resistía e intentaba empujarlo su fuerza me ganaba, me quito el sosten y comenzo chupar mis tetas.
-Ya déjame, no me hagas esto, no quiero.
Dándole manotazos lo intentaba quitar. Enojado y viéndome a los ojos me tomó fuerte del cabello, me dió una bofetada que me hizo marearme.
-Si sigues de estúpida te va ir peor.
Comencé a llorar pero a él no le importó, se inclinaba hacia abajo para chuparme las tetas y me masajeaba las nalgas con sus manos.
-Ponte de rodillas, me ...