1. Siempre quise ser una chica mala


    Fecha: 14/03/2024, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Si fuese supersticiosa, creería si me hubieran dicho que era un brujo, porque la magia de sus ojos verdes cautivaba en solo un momento. Por otro lado me daba curiosidad saber por qué ella estaba interesada en él, si sentía la misma magia, o era otra cosa la que le generaba esa atracción.
    
    β€”
    
    No te ilusiones, está en otra liga
    
    β€” le dije, intentando hundir un poco sus expectativas β€”
    
    . además, se dicen muchas cosas de él ¿Por qué querrías estar con alguien así?
    
    Y era cierto. En la universidad los rumores corrían a cada rato, y él no se escapaba. El más fuerte de ellos es que era un mujeriego, que siempre estaba con alguna chica distinta y que era una persona extremadamente superficial. No me extrañaba para nada, seguramente tendría facilidad con las personas; carisma no le faltaba.
    
    Había, por otro lado, quienes comentaban que Diego no se sentía atraído por las mujeres, después de todo, nunca lo habíamos visto con novia y nunca supimos de alguna de las chicas que hubiese estado con él. Fuese cierto o no, me gustaba que sabía mantener su vida privada como tal.
    
    Había sido una clase aburrida, la profesora habló por horas sobre un tema irrelevante y que ya muchos conocían. Casi me había quedado dormida, pero me despertó el bullicio del salón vaciandose. Lou y yo caminamos juntas, aunque ella parecía decidida. Se separó de mí con una sonrisa y fue directo a encarar a Diego. La miré desde mi posición, todavía intentando despertarme, un poco incrédula de la confianza ...
    ... que había tomado en ese momento y celosa de que hubiera dado el primer paso.
    
    Para mi sorpresa, él le respondió con una sonrisa. No podía escuchar lo que decían, pero parecía muy alegre. Ella se dio vuelta y levantó la mano para saludarme, claramente se iba con él.
    
    __
    
    No se lo que pasó entre ellos ese día, pero fue casi una semana después cuando me enteré que habían empezado a salir. Ella me lo contó con una sonrisa, muy alegre e ilusionada. Por mi parte pasé por una sensación muy agridulce, aunque no me podía sentir traicionada porque nunca le confesé a ella mi atracción por Diego.
    
    La clase pasó sin penas ni glorias. No hubo mucha comunicación entre nosotras ese día y no volvimos a hablar hasta el sábado, cuando hice una videollamada a Lou.
    
    β€”
    
    Shh no digas nada
    
    β€” le dije y enfaticé con un dedo sobre mis labios β€”
    
    , quedate callada
    
    Silencié la videollamada y puse el celular en la mesita de luz, apuntando la cámara hacia mi cama. Me senté en la cama, le guiñé un ojo y dejé de prestarle atención al celular por un rato.
    
    Diego abrió la puerta de mi habitación y entró con dos vasos. Estaba hermoso, como siempre, sus ojos verdes parecían faroles que resplandecían ante la tenue luz del velador de mi mesita de luz. Me paré y caminé hacia él, no sin antes voltear a ver el celular con una sonrisa bastante atrevida. Me mordí el labio y lo miré directamente a él.
    
    β€”
    
    Estás muy lindo hoy
    
    β€” piropeé sin temor alguno β€”
    
    , siempre estás lindo, pero no se, ...
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