1. Llevé a mi primo a casa, para que se acostase con mi esposa, pero en lugar de eso se acostó conmigo.


    Fecha: 05/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Infidelidad Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... nalgas.
    
    Su sola imagen me dejó confundido, como era posible que pudiendo metérselo mi mujer perdiera el tiempo tratando de comerme el culo, a mí.
    
    Pero cuando quise actuar, ya era tarde, el fuerte dolor que sentí me dejó prácticamente paralizado.
    
    Mi primo sin consideración alguna, me había empujado toda su verga de un solo golpe, fue tan rápida y fuerte la penetración, que cuando comencé a moverme con la intención de quitármelo de encima, lo escuché decirme. “Así mismo primito, síguete moviendo de esa manera.”
    
    Sus brazos me apretaban fuertemente contra su cuerpo, mientras que yo aun como que no entendía que era lo que sucedía.
    
    Un sinfín de emociones surgieron dentro de mí, rabia, odio, frustración, pero con cada movimiento mío, más me apretaba él contra su cuerpo, y a los pocos segundos, comencé a sentir algo extremadamente raro.
    
    Eso que mi primo me estaba haciendo, me estaba comenzando a gustar, la rabia que sentía contra él se fue convirtiendo en placer.
    
    Por un largo rato, seguí sintiendo como su verga se abría paso una y otra vez, dentro de mí.
    
    De momento, continuó diciéndome lo sabroso que yo culeaba, mientras que yo continuaba disfrutando de todo lo que él me hacía, al punto que ...
    ... hasta que le pedí que me diera más duro.
    
    Cosa que con gusto de seguro que continuó haciendo, hasta que sentí su fuerte abrazo al momento de él venirse.
    
    Apenas lo hizo sentí que extrajo toda su verga de entre mis nalgas y de golpe, la vi frente a mi boca.
    
    Aunque no me dijo nada en lo absoluto, el ver su miembro casi a ras de mis labios, entendí que deseaba que se lo mamase.
    
    Cosa que comencé hacer poco a poco, y a medida que continuaba haciéndolo, como que le fui encontrando el gusto.
    
    Al punto que comencé a chupársela con más y más placer, hasta que mi primo colocó sus manos sobre mi cabeza y guiando de esa manera la mamada que yo le daba finalmente creo que debió volverse a venir.
    
    Después de eso simplemente se retiró sin decirme nada, yo con mi culo completamente abierto y algo adolorido, pero satisfecho me fui a nuestro cuarto.
    
    Mi esposa estaba acostada, sobre la cama, con toda su ropa íntima puesta, al parecer mi primo la dejó y se fue a meterme mano a mí.
    
    Yo me terminé de quitar la ropa, me di una buena ducha caliente, y después de asearme debidamente, me acosté pensando en todo lo sucedido.
    
    A mi primo lo he vuelto a invitar a casa, pero sin que mi mujer se entere, desde luego. 
«12»