1. MI AMIGA SECRETA, LA QUE PUEDO SATISFACER AUN SIN TENERLA CERCA


    Fecha: 18/03/2018, Categorías: Hetero Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos

    Ella era una asidua lectora de mis relatos, era una mujer como cualquier otra, excepto que tuvo que dejar de lado sus emociones después de su matrimonio y dos hijos, ella era mi amiga secreta, aquella con la que entablamos, desde el primer día, una conversación abierta a todas las posibilidades sin salir de nuestro anonimato, pues sabíamos bien que muchas cosas nos lo impedían; su matrimonio, la distancia entre otras cosas. Pero era mi amiga secreta, aquella que me permitió llenar sus necesidades con conversaciones como la que sigue a continuación. ELLA: Me enganche con tus relatos y me estoy humedeciendo. YO: ¿Quieres que te acompañe en la aventura de humedecerte? ELLA: Cielos, sí, lo deseo tanto. YO: Quiero adivinar que traes puesto. ELLA: Te prevengo que soy gordita jajaja y tengo celulitis debajo de mis calzones. YO: Y yo quiero bajar por esos gorditos con mis manos, tu piel tan llenita me parece tan tierna y excitante a la vez. ELLA: Estas logrando que me moje en verdad. YO: Piensa en las cosas que pueden hacerte sentir mis manos puestas alrededor de tu cintura, yendo y viniendo por el borde del calzón que tienes puesto. ELLA: Me dejas desfalleciendo. YO: Casi puedo sentir tu aliento, adivinar tus ojos cerrándose cuando alcanzo a cubrir tus nalgas con mis manos. ELLA: Estas domándome YO: Dame como premio, agarrarte las nalgas hundiéndote en caricias de mis manos. ELLA: Ahí están para ti bien redondas. YO: Redondas, carnosas; me hacen salivar cuando me atrevo a tocar en ...
    ... medio y hundir con mis dedos la tela de tu calzón. ELLA: Vas a llegar donde nadie ha llegado antes. YO: Voy a llegar tan lejos, como rodar entre tus nalgas y llegar donde se llena mi mano con la tibieza de tu coño floreciendo como una flor debajo de tu calzón. ELLA: Me tienes floreciendo. YO: Quiero encharcarte, sentir tu humedad, rozar intensamente toda esa carnosa vagina que tienes ahí abajo. ELLA: Me tienes temblando y con el aliento entrecortado. YO: Deja que mi mano se conduzca sola por tu prenda íntima, deja que mi mano se pierda entre tus piernas, en toques impúdicos que tu sexo necesitaba sentir de una mano ajena. ELLA: Ahora si estoy extraviada entre tantas caricias. YO: Caricias de mis manos sobre tu vagina, toques desenfrenados que quieren hacerte sentir el deseo que tengo por sentir tu sexo. ELLA: Y yo también quiero sentir eso. YO: Quiero atreverme a meter mi mano, sentir tu piel, tu pelo, esa mezcla de humedad y calor que se esconde debajo de esa maraña. ELLA: Te confieso que estoy nerviosa, debe ser porque hace mucho que no siento esto. YO: Déjame esconderme en tu calzón, sentirte mujer, abrirte las entrepiernas, hacer unos toques atrevidos justo ahí. Siento unas ganas impulsivas de llevar esa parte de tu calzón que cubre tu vagina hacia abajo y ponerme a oler tu vagina, a sentirla cerca con toda esa humedad e impregnarme de ella seduciéndote con mis labios, tocándote con mi lengua. ELLA: Hay cosas que nunca hice en la cama y me gustaría hacerlas. YO: Lamerte es ...
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