1. Pizza, asalto y sueño


    Fecha: 19/03/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa noche mi adorado Víctor se había quedado hasta muy tarde en su oficina y entonces yo había aprovechado ese mismo horario para hacer alguna práctica extra en el gimnasio.Era tarde y después de un relajante baño de agua caliente, me había puesto una tanga de algodón y un pijama de seda muy liviano.Esperé a mi esposo mirando algo de televisión y, cuando él llegó, pedimos una piza para no tener que cocinar ni lavar después los platos sucios…Un rato más tarde sonó el timbre y Víctor bajó por el ascensor para buscar la pizza, mientras yo arreglaba todo en la mesa.Al abrirse la puerta de calle noté un extraño silencio; pero entonces se asomó Víctor en la cocina, muy pálido y con las manos en alto.“Amor, no te asustes…” Alcanzó a decirme.Detrás de él apareció un tipo muy corpulento, con su cabeza oculta por un pasamontañas, apuntándole a Víctor en la cabeza con un revólver.Mi primera reacción incontenible fue dar un grito muy agudo.“Silencio, putita… o le vuelo la cabeza al cornudo de tu marido…”Detrás de él apareció un segundo hombre y el primero le ordenó que me atara las manos, mientras él empujaba a Víctor contra la pared.“Quieta, putita… Vas a quedarte callada, así nos vamos pronto…”Entonces sacó una especie de precinto de su bolsillo y me aseguró las manos a mi espalda. En el mismo movimiento el tipo aprovechó para acariciarme las tetas, ya que, con semejante excitación, mis pezones se habían endurecido de pronto y pugnaban por salir empujando la tela…“Lindas tetas, nena… ...
    ... creo que esta noche nos vamos a divertir un poco…”Me dijo sonriendo burlonamente, sin dejar de manosearme…Víctor con sus manos también amarradas fue empujado por el primer hombre a nuestro dormitorio, en busca de la caja fuerte.No había demasiado dinero en efectivo allí, pero desde la cocina yo podía oír los cajones de los muebles volando por la habitación…“Siempre andas vestida como una putita, nena?” Me preguntó el tipo que me vigilaba, mientras su mano comenzaba a subir por mis caderas…Se paró a mis espaldas y apoyó su bulto en mi cola. Me tapó la boca para no llamar la atención de mi esposo y me empezó a frotar. Podía sentir cómo se iba poniendo cada vez más dura su verga bajo sus pantalones presionada contra mis nalgas.Con su mano libre se deslizó por mi escote y me toqueteó las tetas. Enseguida pudo sentir que mis pezones se endurecían al contacto y eso lo calentó bastante. Y a mí también; comencé a humedecerme…Con mis muñecas atadas en la espalda estiré mis dedos hasta tocar su verga sobre la tela de sus pantalones. Sentí que su mano apretó un poco más mis tetas cuando él sintió el contacto. Se acomodó para que mis manos lleguen con más facilidad e inconscientemente empecé a apretar y acariciar esa notoria erección. Se acercó a mi oído y susurró con suavidad:“Ahora vas a probarla. Me la pusiste durísima, putita…”Acto seguido se bajó el cierre y sacó una pija gruesa y venosa. Me giró, me puso de rodillas y tomó mi pelo haciendo una cola de caballo con su mano.Lo miré a ...
«123»