Conejillo de indias - Relatos Eróticos

Conejillo de indias

... implacable ... y hasta ese punto donde se siente como si su ano palpitante es lo único en la habitación con un pulso Esa cosa masturbadora y tu jugais al unísono, una orquesta de placer jugando con tu cuerpo como un instrumento, te dejo solo viendo como tus caderas suben arriba y abajo con necesidad, gritando en silencio hacia el clímax a medida que te retuercen en el placer torturado. Sé que deseas en cualquier momento que mi lengua encuentre la pulsante y agonizante belleza de tu tierna dulzura --" Y ahí acabó las palabras de Takeru hablando, ahora ya no se le escuchaba, solo se veía la camara estática recogiendo todos los movimientos incontrolables de Daisuke, su cadera de arriba a abajo, sus piernas abriendose al maximo, la boca a se le abria, su espalda arqueandose de arriba a abajo y finalmente, apareció Takeru, tan solo para estimular pezones y el pene, Daisuke estaba con el placer atascado en la garganta y la punta de su pene estaba tan enrojecida, que con solo un pequeño estímulo fué suficiente para que su cuerpo medio convulsionase, —En serio Takeru, no se como lo haces... pero estás imagenes valen oro —Gracias, yo mismo me sorprendo de lo que ocurrió, pero el merito es de Daisuke, se tragó el ...

... orgasmo hasta el final, no le permití que lo sacase hasta que ya su cuerpo no pudo retenerlo mas, te aseguro que verlo en directo es una maravilla, verle ahí manteniendose erguido, consumido por el placer que le ofrecia su cuerpo, creeme sentí mucha adredalina, —Te aseguro el mejor de los futuros Takeru, en serio te lo digo, vas a provocar que millones de personas, hombres y mujeres se derritan con todo lo que escribas —Eso creo que debemos preguntarle al protagonista de este video, ¿ tengo futuro como escritor erótico Daisuke? No habló, permaneció en silencio viendose avergonzado en la pantalla, observando como el orgasmo era incontrolado, casi forzado, una sensación extraña —¿Quieres otra sesión con unas manos incorporadas? las de mi hermano —Qué dices Daisuke? Yo tambien quiero sentir esa misma adredalina, ese deseo, confieso que la tengo un poco mojada Takeru, eres muy bueno —Debemos aprovechar que mi hermano está cachondo, ¿¿aceptas volver a grabar otro momento erótico?? El cuerpo de Daisuke lo pedía, se habia empalmado lentamente con las palabras de Takeru y el pensar en todo lo que ocurrió le hizo estremecerse todavia mas —Acepto -. Fueron sus palabras de sumisión para entregarse a la fuerte locura del orgasmo