1. Nueva vida, nuevos placeres 2: Cristina e Iván


    Fecha: 21/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos

    Luego de varios días, Mirella y Cristina se reunieron de nuevo en la cafetería. Mirella le contó la experiencia con su hijo y se disculpó por el trato que le había dado a su amiga. - Mirella: Cuéntame, ¿cómo hiciste para seducir a tu hijo? - Cristina: Yo no lo seduje. Él me sedujo a mí. - ¿Así? Cuéntame todo y exagera… ja, ja, ja - Ja, ja, ja. Todo comenzó hace año y medio. Cristina le narró cómo empezó la relación con su hijo. Cristina es estatura pequeña, delgada, cabello negro lacio muy largo. En ese tiempo su apariencia era algo descuidada, incluso su cabello despeinado, de dientes un poco salidos, algunas pecas y lentes gruesos que cubrían sus ojos grandes y marrones. Por ello, tenía una autoestima un poco baja y su excesiva timidez. Se ruborizaba al escuchar cualquier cumplido o mirada, ya que tenía una bonita figura, con tetas pequeñas paradas y se decía que las mujeres bajas lanzan mayores hormonas que llamaba a los hombres. Por eso se vestía con ropas anchas para ocultar sus curvas. Pero en su trabajo tenía que usar su uniforme que consistía en un traje sastre, una falda entallada por sobre la rodilla, pantimedias y zapatos con tacos. Sin usar maquillaje. Al llegar a casa se quitaba todo y se colocaba una bata y andaba descalza. Su hijo notaba sus pezones, sabiendo que no traía ropa interior. Su hobbie es dar largas caminatas por los bosques cercanos y parques, la actividad favorita de Cristina, que la relajaba. Se vestía con su buzo, zapatilla, polo suelto con ...
    ... rayas. El día del encuentro sexual con su hijo había pasado unas semanas de la separación con su esposo. Ella se encontraba llorando constantemente, se sentía culpable y poco atractiva. Durante esas semanas su hijo Iván se convirtió en su gran apoyo. Se acercó a ella, le besó la mejilla y una de las lágrimas, mientras le alisaba el cabello con la yema de los dedos. - Iván: Mami, estás muy estresada déjame darte un masaje. - Gracias, hijo. ¡Eres tan amable! —Cristina tiene una voz muy suave y sensual que a su hijo le parece excitante. Iván se colocó por detrás de su madre y empezó masajeando sus hombros. Su madre comenzó a hacer ruiditos de placer y ronronear - ¡ummmhhh! ¡Qué rico, mi amor! - ¿Te gusta esto? Desde donde estaba podría ver el escote de su madre y el sostén rosa pálido con encajes que llevaba. Sus ronroneos lo excitaban. Sabía que era su madre, pero era una mujer que él deseaba, que siempre la consideró muy hermosa a pesar de que ella misma se veía fea, por su baja autoestima. - ¿Iván, soy fea? Dime la verdad. - Eres la mujer más bella, inteligente y tierna que conozco, mamá. - Mi papá es un idiota por haberte dejado. Él la siguió acariciando, besando su cuello y orejas. - Mi oreja no. ¡para!... umh - ¿De verdad la oreja no? Las orejas son muy erógenas, mamá. Su hijo la colocó contra la pared, le levantó la parte posterior de su camiseta lamiendo su espalda en la base de la columna. Su madre se erizó. Iván usó su lengua de manera bífida sobre la columna de su madre, ...
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