1. Sufro de fiebre sexual por falta de macho


    Fecha: 22/03/2018, Categorías: Voyerismo Primera Vez Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... nubes.—Eso, así chiquita, tranquila. Te está gustando, ¿verdad? —Fernando me cuestionó.Yo sólo asentí, y emití un quejido en respuesta sincera.Me fui dejando, relajando... permitiendo que mi cuerpo se aliviara de su necesidad.Fernando hizo a un lado la parte que le estorbaba de mi calzón y, tras abrirse la bragueta, sacó el vergazo que por primera vez yo vi y palpé.Era como un tronco hecho de carne dura. Remataba en una punta blanda con una boquita que babeaba. Bueno, usted ya sabe cómo es eso, pa´ qué le cuento.Lo sobé y sobé con una de mis manos.—Eso, así. Ahora ábrete un poco más de piernas —me dijo Fernando y yo le obedecí.La cabezona y babosa punta ya se acercaba a mi sexo cuando de pronto el temor regresó a mí como un relámpago.—¡Olivia! —se escuchó desde el interior de la casa. Era mi hermano.Ambos somos solos, ya lo sabe. Luis y yo así nos quedamos desde que nuestro padre se fue para la Unión Americana, dejándonos bien chamacos aquí en San Nicolás. Ya ve que aquí casi todos los hombres hacen lo mismo; buscando prosperar pu´s se van. Mi hermano, por ser el mayor, se quedó a cargo de mí. Yo, cinco años menor, siempre le he obedecido y le he guardado respeto. Después de todo él me dio sustento, pagó mi educación; por lo menos hasta terminar la secundaria. Eso sí, tenía prohibido tener novio. Cualquier muchacho que se me acercaba, inmediatamente Luis me lo corría al instante. Él siempre fue muy celoso de mí.—¡...Olivia! —Volvió a gritar. No sé cómo no lo escuché ...
    ... entrar.El instinto fue automático; aventé a Fernando alejándolo de mí, lo que le m*****ó, claro, pero al tomar entender de que ni a él ni a mí nos convenía que mi hermano nos encontrara allí, pu´s no le quedó otra que brincarse las trancas de la huerta para salir por detrás de la casa.—¡Chingao, Olivia, te estoy gritando, ¿no me oyes?! —me dijo Luis, una vez me vio.—Sí, ya te había oído.—Entón´s, ¿por qué no me contestas?—Pues es que estoy ocupada. ¿No ves que estaba lavando? —le respondí, fingiendo que lavaba.Me había quitado los chones así de rápido y los había metido al agua.—Ay Doctor. ¿Qué hago? Entiendo que debo obedecer a mi hermano, pu´s él me ha visto desde chiquilla, pero... ya no aguanto. Esto es como una calentura que no me deja vivir tranquila.—Sí, sí. Tienes razón. Es que es natural. Una chica... o mejor dicho, una mujer como tú necesita pues... eso, necesita desarrollarse por completo y el sexo es parte de la vida.—Por favor Doctor, ayúdeme.—Pues la situación está complicada, por el carácter de tu hermano, digo. Es difícil razonar con él. Hmmm... mira, se me ocurre una idea. Te voy a diagnosticar Furor uterino.—¿Furor uter...?—Sí, mira, explícale que eso te he diagnosticado y que si no te deja tener novio tu salud está en riesgo.—Bueno, pero póngamelo en una receta o algo Doctor, sino no me creerá.Más tarde...—¡Qué Furor uterino ni que las hilachas! Calenturas, puras calenturas es lo que son. Ardores en el... —me gritó Luis y apenas se contuvo de decirme algo más ...
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