1. Otra vez en manos de Facundo y Nicolás


    Fecha: 25/03/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Otra vez en manos de Facundo y NicolasAquella noche regresé a casa bastante cansada. Había tenido un día bastante ajetreado y difícil en la oficina.Para colmo de males, Víctor estaba de viaje y por lo tanto, no iba a encontrar en casa alguien que me desfogara de la calentura que sentía…Al llegar a la puerta del edificio, solamente pensaba en la tremenda paja que iba a hacerme con mis juguetes; mientras tomaba un baño de inmersión bien caliente…Mientras abría la puerta de mi departamento, alguien me tocó el hombro.Grité como una loca del susto y giré mi cabeza para ver quién era. Me encontré con la grata sorpresa de ver a Facundo, mi vecino favorito, que tan bien me había garchado junto con Nicolás y todos sus amigotes….Sonreí y entonces él me acarició la cola por encima de la fina tela de mis pantalones. Le dije que estaba demasiado cansada para coger…Pero entonces vi su carita compungida por la decepción y decidí que no se lo podía negar… Realmente tengo el sí demasiado fácil…Lo tomé de la mano y lo dejé entrar. Cerré la puerta y lo empujé contra ella.Desabroché sus pantalones y le metí la mano debajo del boxer. Eso era lo que me encantaba de esta clase de pendejos: te tocan el culo y ya se les pone durísima. Agarré con firmeza su linda verga y lo empecé a pajear, mientras le comía la boca en beso profundo. El pibe casi acabó allí en mi mano…Sus manos rodearon mi cintura y bajaron a manosear mi culo. Me arrancó los pantalones tirando hacia abajo, hasta dejármelos a la ...
    ... altura de los muslos. Entonces deslizó sus dedos por adentro de mi tanga y alcanzó mi clítoris ya bien inflamado de antemano… Me hizo gemir como una perra.La verga de Facundo parecía que explotaba en mi mano, casi hervía de lo caliente que estaba: mientras la apretaba podía sentir sus venas bien dilatadas y latiendo con todo. Nuestras lenguas seguían entrelazadas y no dejaban de acariciarse.El pibe rompió el contacto con mis labios y comenzó a gemir, anunciándome que ya no aguantaba más y que iba a acabar.Entonces me arrodillé y abrí mi boca, justo en el instante que él comenzaba a soltar toda su leche caliente, la cual me tragué hasta la última gota.Volví a incorporarme y leo miré a los ojos, preguntándole si quería un beso mío con sabor a su semen…El pendejo sonrió y me dijo que yo era una puta hermosa, muy turra.Volvió a acariciarme la cola y de repente arrancó mi tanga de un manotazo, guardándosela en un bolsillo de su pantalón. Entonces deslizó nuevamente sus dedos en mi concha bien humedecida y los sacó enseguida, llevándoselos a la boca para lamer mi esencia. Sonreí y le dije que era un mocoso cochino.“Vamos a tu cama, Anita”. Dijo sonriendo, al mismo tiempo que me levantaba como a una pluma sobre sus anchos hombros, sin darme tiempo a decir nada.Me arrojó boca abajo sobre la cama matrimonial y se apoyó sobre mi cuerpo. Me metió un dedo en mi entrada trasera y preguntó a mi oído:“Vas a dejarme que te rompa esa cola hermosa?”Le dije que estaba muy caliente y que quería su ...
«123»