1. Una juventud madura (VII): Campamento de verano 2


    Fecha: 26/03/2018, Categorías: Gays Sexo Oral Autor: torresvalverdej, Fuente: CuentoRelatos

    (Este relato es la continuación de la historia de Fran. Al final de la página tienes los links de todos los otros para poder empezar la historia desde su inicio) Ya parecía ser hora de levantarse. La luz pasaba por la parte inferior de la puerta, pero todo parecía estar demasiado tranquilo. No se oían las respiraciones de ninguno de mis compañeros de cabaña, ya debían haberse levantado e ido a desayunar, pero… ¿no era demasiado pronto para ello? Enciendo la luz de la linterna por si acaso estoy errado, y por si Iván y Roman siguen durmiendo en sus camas. Pero no, como había supuesto, no hay nadie. Ahora sí que ya podía encender la luz de la cabaña tranquilamente. Alargo el brazo desde la cama y… CLICK. Todo parecía estar muy ordenado: las camas sin ninguna sábana (incluida la mía), ningún calcetín ni pantalón suelto por el suelo, las maletas debajo de sus camas… a lo que de golpe me percato que falta la mía. -¿Dónde cojones está? La deje al lado de mi cama- pensé intentando recordar. Me dispongo a levantarme, me recoloco sobre la cama, y noto algo que me cosquillea bajo los calzoncillos. Hecho un vistazo bajo los gayumbos y veo un papel doblado rozándome el pene. Lo cojo, lo abro y leo: Como ya puedes ver, no estamos ni yo ni mi hermano en la habitación. Lo he despertado pronto para que fuera a desayunar y te dejara descansar tranquilamente. Supongo que debes notar a faltar tus pertenencias, de eso intento hacerte saber; te he hecho una putada, jajajaja; tendrás que venir a ...
    ... buscarla al mismo lugar donde lo hicimos ayer en la playa. El reto residirá en si te arriesgarás a venir a por ella con mis calzoncillos o si te arriesgarás a venir sin ellos… PD: Mírate el trasero en el espejo de la habitación con los gayumbos puestos, y entenderás. Me levanto, voy al espejo pegado a la pared, me sitúo justo delante, me doy la vuelta… -Pero será cabrón… Lo voy a matar, ¿Pero qué sub-persona pone su nombre en los calzoncillos? -dije en voz alta. Además en grande, como si fuera una marca de lencería de la que quisieras fardar; y si eso parecía poco, cuando me quito los calzoncillos para ver más de cerca cómo son, me doy cuenta que también hay un (I LOVE) pequeño encima del nombre. No entendía como no me había dado cuenta el día anterior. No podían ser más llamativos: negros, con las letras blancas y con un corazoncito al lado del (Love) en un rojo cereza. Nada, en ese momento tenía ganas de estrangular a Iván. Si salía con los gayumbos y alguien me viera, pensaría cosas raras sobre mí. Le di a la cabeza hasta que se me encendió la bombilla: La maleta de Iván. Debe tener más ropa. Corro a sacarla de debajo de la cama, pero tiene el candado puesto. Había sido inteligente, pero yo lo era más. Me acerco a la maleta de Roman y… Está sin candado. No lo dude ni un instante, fui de cabeza a buscar algo con lo que taparme. Los pantalones ni me los pruebo, se ve claro que ni con calzador me entran. Encuentro unos calzoncillos y me los paso entre las piernas. Suben hasta ...
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