1. Eduardo ataca otra vez


    Fecha: 20/09/2017, Categorías: Sexo Duro Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Estábamos todavía de novios con Víctor, cuando tuvimos oportunidad de comprar una linda y muy cómoda casa en Villa Urquiza.Por las tardes, aprovechando que ambos regresábamos temprano de nuestros trabajos, solíamos ir a correr un parque cercano, hacíamos ejercicios de elongación y nos oxigenábamos un poco…Una de esas tardes me llamó Víctor, diciendo que ya estaba listo para ir al parque y que me esperaba directamente allí. Sin advertirme nada, él había invitado a unos de sus antiguos amigos a correr con nosotros.Llegué a nuestra casa, me di una ducha rápida y me cambié de ropa.Elegí una camiseta de lycra bien pegada al cuerpo, que resaltaba el tamaño de mis firmes tetas y una ajustada malla de gimnasia. Al no llevar tanga, la tela de esa malla me marcaba bien la raja de mi concha…Sabía que ese atuendo le encantaba a mi novio y algunas veces, al regresar a casa desde el parque, él me tiraba sobre la cama y cogíamos casi sin desvestirnos, con una tremenda calentura…Al llegar al parque, me di cuenta de lejos que Víctor estaba acompañado y pensé que era alguien que solamente se había detenido a preguntarle algo.Cuando llegué junto a ellos, me quise morir… El acompañante era ese mismo tipo que unas semanas atrás me había acorralado en el baño de hombres en un boliche cerca del río y, junto con varios amigotes, me habían cogido y sodomizado a gusto…Víctor sonrió al verme y me volvió a presentar a su amigo Eduardo…El tipo también sonrió y me reconoció al instante. Pude adivinar ...
    ... una mirada de lascivia y una sonrisa socarrona cuando se acercó a mi cara para darme un beso en la mejilla… Seguramente en ese instante recordó lo bien que había disfrutado de mis dos orificios en ese sucio baño de hombres…Apenas Eduardo se apartó, me miró de abajo hacia arriba. Empezó por mis piernas, luego se detuvo en mi raja bien marcada bajo la tela de lycra, siguió por mis redondas tetas y finalmente llegó a mi cara de sorpresa.El hijo de puta me guiñó un ojo sin que Víctor se diera cuenta.Lo puteé a mi adorado novio en silencio; odiando que no me hubiese dicho nada de la presencia de su amigo allí en el parque; mientras yo estaba mostrando todo el esplendor de mi vulva bien hinchada…Pude notar que a Eduardo se le marcaba también su enorme bulto bajo las calzas de lycra que usaba. Era un paquete bastante interesante.El muy caradura me preguntó: “Nos conocemos de otra parte…?No quise decirle delante de Víctor que por supuesto nos conocíamos; más precisamente de una noche donde me él y sus amigos me habían dejado el culo muy dilatado y lleno de semen…Respondí ingenuamente: “Creo que no; nunca nos habíamos visto antes…”Evidentemente, mi novio esa noche había tomado demasiado, porque no recordaba habernos presentado en la barra de aquel boliche. Yo tampoco nunca le conté cómo me habían dejado el culo esos turros.Comenzamos a trotar y a correr. Durante la tercera vuelta Víctor se adelantó unos cuantos metros y yo me quedé algo rezagada; enseguida Eduardo aprovechó la ocasión ...
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