1. El chico del parque


    Fecha: 30/03/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Voyerismo Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster

    ... flecha. Y en ese momento me hicieron una de las cosas más excitantes de mi vida.Él me alzó e hizo que me sentará sobre sus hombros de frente, una pierna de cada lado. Me sujetaba del culo, dejando así toda mi vagina pegada a su cara. Comenzó a lamerme, a comerme el coño, yo gemía como una puta, y no pude evitar no moverme como si lo estuviese cabalgando. Su lengua entraba y salía de mi vagina, que ya estaba chorreando flujo. Con sus labios mordía mis labios con suavidad. Con sus manos me estimulaba el ano, tanto que se abrió demasiado y hasta me metió dos dedos en el culo y comenzó a masturbarlo. Todo sin dejar de chuparme la concha. A esa altura mis gemidos eran gritos de placer.Cuando finalizamos esa posición hicimos un 69 de pie. Pablo tiene mucha fuerza, así que me sujetó de la cadera dejando mi cabeza hacia abajo, lista para volver a chupar su verga mientras él se entretenía lamiendo mi vagina y mi ano.Me puso en cuatro patas sin siquiera consultarme. Me sorprendió que quisiera comenzar con esa posición. Me tiró en el suelo y me puso como una perra en celo. Yo creí que por la pasión me la iba a meter de una, y que eso, a pesar que mi vagina ya estaba bien dilatada y lubricada, me dolería, pero no; jugó con su pene en la entrada de mi orificio vaginal, comenzó a introducirla de a poco, primero la cabeza, la sacó, luego hasta la mitad, la sacó, otra vez la cabeza, la mitad, hasta que por fin toda su pija llegó a estar en mi interior. Yo gemía, gritaba que me gustaba, que ...
    ... quería más. Hacía al menos cinco meses que no estaba en cuatro patas con hombre. Sentir sus muslos golpeando mis nalgas, sentir la carne de mis glúteos moverse, escucharlo a él lanzando gemidos graves y profundos me volvía loca. Cuando comenzó a darme chirlos directamente perdí la cordura, y demostré lo puta que puedo llegar a ser.- Ay, si amor, pégame fuerte que soy una puta…- Cogeme bien fuerte papito…- Damela hasta el fondo…- Soy tu puta, no pares, así, así, así…Él se sentía estimulado con mis palabras, y me bombeaba cada vez más fuerte. Tanto que ya me dolía, pero no le iba a pedir que fuese más suave, una tiene su orgullo femenino, y a pesar que me estaba partiendo al medio, no iba a mostrar debilidad, al contrario, doblaba la apuesta.- Cogeme más fuerte, más fuerte…Cambiamos de pose. Se recostó en el suelo para que yo comenzara a cabalgar.Me senté sobre su pija, metiéndomela de a poco, moviéndome en círculos hacia adelante y hacia atrás. Haciendo que su miembro raspara todas las paredes de mi vagina, que me sintiera bien, que probara de qué estoy hecha, que sintiera mi calor, mi cavidad. Yo subía y bajaba por ese tronco mientras gemía y le preguntaba si le gustaba, me encanta preguntarles a los hombres si les gusta cuando los cabalgo.Él me ayudaba a subir y bajar con sus brazos, que me estaban agarrando del culo. Luego volvió a estimular mi orificio anal, hasta que pudo volver a meter dos dedos en mi culo. Yo ya estaba entregada, y sobre todo, muy caliente.- ¿Querés por ...