1. CARLOS-KARLA (EL COMIENZO-ORAL)


    Fecha: 30/03/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... podrían ruborizarse ante tal perfección masculina. Yo comparado con el no era NADA no era NADIE. Cuantas veces frente al espejo había yo admirado mi rechoncho cuerpo para con gran desilusión constatar la imagen de ese gordo inútil que se me devolvía causándome solo vergüenza y dolor. Daniel lo noto inmediatamente y tomándome con ambas manos me acerco a su pubis diciendo: -¡¡Huele!! ¡¡Huele perrita!! Reconoce el olor de tu amo. EL olor de tu macho. ESTO Es un hombre-sentencio CON DECISION. Y así fue. Me fue acercando lentamente y mis ojos completamente hipnotizados por su protuberancia no tenían interés en ver ninguna otra cosa. Era la primera vez que veía yo otro miembro tan cerca. Jamás había pasado por mi mente pensamiento homosexual alguno sin embargo al tenerlo ahí enfrente de mi observe como inexorablemente me atraía esa forma tan delineada. Fue dulce. Fue sutil. Lentamente acerco mi nariz a su… gran bulto. Y si. Por mis fosas nasales empecé a sentir ese dulce y delicado aroma del suavizante de tela con el que seguro su mama le lavaba la ropa. Debo confesar que lo que tenía Daniel de bruto lo tenía también de limpio. Siempre siempre olía muy bien. En días normales su olor a limpio a jaboncito siempre había llamado mi atención. Las veces que lo llegue a tener cerca siempre despedía un delicioso olor como casi si se acabara de bañar y su intimidad me confirmaba mis decires. Daniel me tenía sostenido y poco a poco comenzó a hacerme deslizar mi cara por la suave tela de su ...
    ... calzón. Hizo que mi nariz delineara la suave curva de su cilindro y poco a poco me fue deslizando a todo lo largo del mismo. Mis mejillas hacían contacto y poco falto para que aquel fierro candente me quemara y me marcara la piel. Pude sentir como palpitaba. Pude sentir como en un momento dado como si de un ente vivo se tratara su verga reaccionara queriendo parar y al hacerlo me pegara suavemente en la mejilla. AL llegar a su punta Daniel hundió un poco la cabeza haciendo que mi nariz rebotara en su suave y mullida punta para después voltearme la cara y repegarme nuevamente todo el cachete hasta casi llegar al oído del otro lado. Repitió la misma secuencia un par de veces y pude percibir como una ligera mancha de humedad se formaba justo ahí donde remataba el final de su pene. Insisto fue un momento mágico. Un momento eterno. Un momento que rompió mis esquemas. Un momento que me atrapo para siempre. Mientras aquello sucedía sus pantalones se deslizaron elegantemente descubriendo cada vez más y milímetro a milímetro aquel par de perfectas y trabajadas piernas. Ante mi vista se descubrían un par de macizos rollos de carne delineados a más no poder. Me sentí aun mas inútil. Ante mi se mostraba TODO un hombre. Nada que ver con mis rollizos muslos. Mis muslos que al caminar o correr rebotaban como gelatina fofa como los de un bebe. Daniel poseía esos atributos que diferenciaban mi masa infantil con lo que un muchacho de mi edad siempre soñaba. Esa forma de pararse. Esa virilidad ...