1. Ayudando a la mamá de mí ex enamorada 3


    Fecha: 14/04/2024, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: El piloto afortunado, Fuente: RelatosEroticos-Gratis




    Le comía los pechos a la madre de Ana Paola y ella cerraba los ojos y gemía mientras con sus manos me acariciaba los cabellos con ternura  ambos estábamos muy excitados en su sala y  las cosas sé dieron porque durante todo el año  que estuve llegando a su casa , siempre estuve para ella, lloró en mí pecho y buscó refugio en mis brazos y con el pasar de los meses poco a poco empezó a reír y ahora la señora Luz iba a recibir la atención de un hombre íntimamente.
    
    -! Ohhh. mm . ohhh.. sé que ésto no debería de estar pasando.mm.. pero ahora necesito que me toques .ohh...!
    
    -! Acá estoy para usted señora Luz..y no sienta remordimiento por nada y nadie, sólo disfruté el momento..!
    
    Y lentamente le fuí quitando la ropa hasta que la tuve desnuda y empecé ahora a besarle ya cada centímetro de su piel y todo su cuerpo sé le erizaba al sentir mis labios en sus pechos y luego en su abdomen y piernas mí boca buscó su vulva y con sutileza le abrí sus labios y mí lengua acariciaba su clítoris haciéndola que la mamá de Ana Paola comenzará ya gritar como loca y luego de unos minutos logré que todo su cuerpo tuviera convulsiones cuando ella llego al orgasmo.
    
    -! Ahhhhh. Dioos. mm .ahh... cómo extrañaba disfrutar este gozo ..ahh..!
    
    Ahora ya con autoridad le puse mi pene en su cara y ella supo que hacer, su lengua acarició ...
    ... toda la cabeza por unos breves minutos luego  lentamente lo fue tragando hasta que lo tuvo todo dentro de su boca, definitivamente ella era mucho mejor que su hija chupándome la verga,
    más al verme mientras sé enguia todo mí sexo en su garganta y tenía la mirada de una mujer bien caliente. Y desde que la vi por primera vez cuando Ana Paola me llevó a su casa yo me imaginaba lo rico que sería el montarla como sí fuera una yegua y ahora que la tenía para mí al estar solos e su casa, no quería dejar pasar la oportunidad de hacerla mi mujer e introducir  mí verga en ella y quise quitar mi instrumento de su boca. 
    
    Pero ella no me dejó parecía una bebé con su biberón que moría de hambre, sus manos me apretaban ligeramente mis testículos como sí me estuviera ordeñando y no paró hasta que mí esperma salió disparaba con potencia en lo más profundo de su garganta, ahora la señora Luz me confirmó que era toda una maestra en el arte del sexo oral y luego mirándome a los ojos me dijo.
    
    -! No iba a permitir que no probará tu caliente y abundante esperma, además era lo más justo si tú me hiciste disfrutar de tú boca lo mismo debía de hacer lo mismo..!
    
    Ahí quedamos abrazados y recostados en el sofá la mamá de Ana Paola y yo, cuando me fijé ella sé había quedado dormida, así que no la quise despertar y también cerré los ojos. 
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