Paty en la piscina - Relatos Eróticos

Paty en la piscina

... clítoris, y me retorcía de placer, pobre Pepe! estaba que explotaba! y en eso veo como abre el cierre de su pantalón y saca tremendo paquete, queee? No podía creer lo que veía, semejante pene como de 22 Cms y muy grueso, rodeado por unas grandes bolas oscuras y mucho pelo. Empezó a masturbarse y gemía de placer, yo abrí más mis piernas para que viera una conchita joven, rosada y jugosa, eso lo volvió más loco, sudaba y se apretaba su pene de placer, en eso me decidí me puse en cuatro como perra en celo, y con mis dedos lo llamé, el no podía creer lo que veía, y caminaba viendo hacia los lados a ver si no me había confundido, cuando se acercó le dije: Don Pepe le gusta lo que ve? Y el respondió con voz entre cortada: Si señorita! Le dije: Paty, soy Paty para ti, y estoy como perra en celo, quiero que me metas ese gran palo que tienes! Y el dijo: claro que sí mi Paty, pero primero déjame disfrutar de ese jugo que brota de tu fruta rica! Me pase el dedo por la concha y lleno de mi jugo lo metí en su boca, el me dijo: no mi Paty quiero lamerte!!! Me recosté en la silla, abrí mi piernas, el se agachó y metió su cabeza, uuuuuffff que mamada tan divina la que me estaba dando, su lengua acariciaba mi clítoris y bajaba hasta a enterrarla en mi vagina, lamía de arriba a abajo, al mismo tiempo me apretaba los pezones con sus manos gruesas, yo sentía como ya estaba a punto de llegar al orgasmo, y el me dice: no Paty ahora es que vas a disfrutar, y metió su grueso y largo dedo medio en ...

... mi vagina, y empezó a moverlo, giraba y metia y sacaba, mientras apretaba mis pezones, eso me volvía loca, jamás pensé que el jardinero viejo, podía darme ese placer. Pepe tenía su palo muy duro y sentía como se movía mientras el metía sus dedos en mi concha, en eso yo me levanté y le dije: quiero mamarte ese palo duro y grueso, nunca he tenido uno tsm grande! Y me dijo: ya lo vas a disfrutar como te gusta mi perrita! Se que nunca te han cogido como te voy a coger hoy. Eso me puso más cachonda, me arrodillé y metió su palo en mi boca, sentía como llegaba a mi garganta, era muy grueso y me sacaba lágrimas, pero lo mamé muy rico, que escuchaba a Pepe gemir y retorcerse de placer, hasta que lo escuché decir: mi perrita ya no aguanto, quiero metértelo y llenarte de toda mi leche! Ponte como perra en cuatro patas, y así lo hice: me puse en cuatro y sentí como entró ese gran y grueso trozo de carne en mi conchita, sentía como iba abriendo mi vagina cada más mojada y el metía y sacaba, que divino lo hacía Don Pepe, sentía como su panza chocaba con mis nalgas y al mismo tiempo me daba nalgadas. Quería llegar pero mirando su cara, y le dije: acuéstate sobre la toalla, que quiero enterrarme yo todo tu palo, así lo hizo, se acostó y yo me senté y metí todo ese palo de carne en mi concha, lo cabalgué como jinete, y sentí como metió uno de sus dedos en mi culo, uffff que divino, como me penetraba por la vagina y la vez por el culo, escuchaba a Pepe gemir y retorcerse de placer, eres mi ...